Capítulo 2

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[Actualizado/creado 26/04/2020]

—Necesito que le digas que hacer y que la ayudes a adaptarse a la oficina.— Término aquel hombre robusto a lo que Rin asintió energéticamente mientras demostraba su "felicidad." Realmente no se sentía ansioso por conocer a alguien más, al contrario, estaba seguro de que sería realmente incómodo. No es que fuese incompetente socialmente, al contrario, él era capaz de hacer amigos falsos fácilmente, pero realmente no le agradaba el ser obligado a socializar por alguien como su jefe. Además, no había hablado con una chica en semanas, y seguramente ya perdio la práctica para su encanto. De cualquier manera, por el momento no importaba lo que él quería, importaba lo que necesitaba hacer para mantener su trabajo y aquella pinta de uno de los mejores empleados de la empresa.

—Seguro, ¿Dónde está la nueva empleada? ¿Qué desearía que le explique?— Preguntó el chico mientras miraba directamente a su jefe, el cual simplemente bufo. El gran y robusto hombre frotó su cien lleno de irritación. Era bastante claro el hecho de que estaba demasiado cansado y/u ocupado para responder preguntas tan estúpidas como esas. El hombre suspiró pesadamente levantando la mirada de todos los papeles frente a él, y con una cara de pocos amigos se dignó a responderle al pobre azabache. 

—Está afuera. Explícale en qué consiste la empresa, y que se supone que debe de hacer, tu sabes, esas estupideces de novatos—Dijo el hombre con una voz grave y firme demostrando su autoridad. En esta situación, era bastante claro quien era el jefe de quien. Realmente Rin no era de aquellas personas que se dejaban intimidar ni manipular fácilmente por una persona, pero últimamente no era capaz de defenderse ni objetar por nada, y por últimamente me refiero a los últimos tres años o algo parecido. 

Sin más que decir el chico poseedor de las llamas de Satanás, salió de la oficina de su jefe en un intento de no molestar más al hombre, y no retar su suerte para no ser despedido. Ese era el único trabajo en el que no le hicieron ningún problema debido a sus antecedentes anteriores respecto a sus trabajos de cuando tenía quince años. Era simplemente increíble cómo tomaban las palabras de todas aquellas personas que lo echaron de sus trabajos por no entenderlo, pero tampoco tenía el poder ni la autoridad para hacer algo al respecto. Tomando un buen respiro y concentrándose mejor hizo el mejor intento de sonrisa que pudo y decidió encarar finalmente a la nueva desconocida. 

Cerro la puerta de la oficina de su jefe y comenzó a buscar con la mirada a la nueva trabajadora de la industria. Sus ojos dejaron de vagar y se concentraron en un punto al escuchar un tenue "Hola."  El chico pudo presenciar una chica de cabellos de color oro con algunos mechones de color rojo. Tenía un gran par de ojos rubíes los cuales demostraban nada más y nada menos que una terrible y cortante indiferencia hacia el chico. Ella era un poco más pequeña que Rin, y de hecho, era bastante atractiva. Tenía una piel pálida, y una expresión que te hará temblar. Estaba demostrando demasiada confianza para ser una simple secretaria nueva en una industria tan grande. Era simplemente asombroso el hecho de que se viese de esa manera, lo único malo en aquella chica era lo que la rodeaba. Aquellas asquerosidades la rodeaban como los buitres a un cadaver nuevo, y siempre que algo así pasa no significa nada bueno. 

Se había alejado de ese mundo, ¿Qué se suponía que un demonio estaba haciendo en la industria? ¿Acaso volverían a intentar matarlo como lo hacían a sus dieciséis años? ¿Qué hay con lo que Mephisto le había dado para que los demonios no le reconocieran? Pero, tal vez ella no lo reconocía como el hijo de Satán y se estaba apresurando. Tal vez... Simplemente tenía un plan para la mayor corporación de armas que existía en Japón, y en ese caso... No sería nada bueno. Suspiro mientras sus ojos zafiro miraban a la chica llenos de desconfianza y un terrible sentimiento de desagrado, mientras que todo lo que le demostraba a la chica era una linda sonrisa. 

—Por favor sígueme— Dijo el chico comenzando a caminar. Recorría de la manera más rápida la industria, mencionando cada uno de los lugares importantes y hablando respecto a distintos trabajadores y sus responsabilidades, sin mencionar la explicación de la vitalidad del trabajo en equipo y aquellas estupideces que ni siquiera él podía tragarse. Era simplemente frustrante el hablar de tantas imbecilidades que él nunca podría defender. —Las industrias Tenshi se encargan de la creación de armamento militar para todo Japón, por lo cual es necesario el que todos los trabajadores de esta industria den lo mejor de sí para lograr tener un Japón seguro y protegido. Continuando con el recorrido...— Hablaba el Okumura más joven mientras simplemente divagaba una y otra vez respecto a los distintos asuntos y necesidades de la empresa. No podía creer lo que hacía. Estaba hablando con esas criaturas que tanto repudia. Un demonio. Un asqueroso demonio de mierda el cual utilizaba una cara bonita para ocultar su verdadero ser. "Que asquerosidad" Pensó mientras miraba de reojo a la chica de una mala manera. Por otro lado, la linda chica, la cual escuchaba despreocupada el recorrido, mantenía sus ojos cerrados y una expresión apacigua. —¿Alguna pregunta?— Preguntó el chico a lo que la contraria negó con la cabeza. —Bien, continuemos— Dijo el chico volviendo el lugar en el que había empezado: Justo fuera de la oficina de su jefe. —Y tu trabajaras aqui, justo al lado de la oficina del jefe en el piso más alto del edificio, espero que tengas experiencia con computadoras y todo eso ya que trabajaras ahí de ahora en adelante, espero que esto te haya ayudado, llamame si necesitas algo—Finalizó Okumura a lo que la chica asintió con la cabeza lentamente y con pesadez. 

—Estoy y estaré bien, gracias señor Okumura, ya puedes retirarte y volver a trabajar— Dijo la chica. Finalmente había comenzado a hablar más de una palabra. Su voz era suave, y no demostraba ningún tipo de emoción. Era como si se encontrase vacía por dentro. De cualquier manera, tenía una voz bastante linda y relajada, algo bastante atractivo, ignorando el hecho de que seguramente era una de esas atrocidades llamadas demonios. 

Odio Rin okumura x tu [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora