Capítulo 5

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[Escrito/Editado 27/04/2020]

—Ve con cuidado— Dijo Rin a su pequeño hermanito Yukio, el cual solamente asintió lentamente sin ningún tipo de preocupación. Le habían llamado para una misión bastante difícil, la cual aparentemente iba a ser terriblemente difícil y peligrosa, pero no le preocupaba, después de todo era un exorcista experimentado y con bastantes habilidades. —Pero ¿Por qué te enviaron a ti si yo soy el mejor exorcista que existe? Mi espada es asombrosa, y está comenzando a acumular polvo por que no me envian en misiones— Se quejaba el chico de cabellos azabaches mientras sonreía radiantemente y hacía una pose extraña para demostrar su... Superioridad(? Siendo sinceros era bastante obvio de que simplemente quería jugar un poco con su hermano antes de que este partiera. Por otro lado, Yukio solamente rió un poco. Era divertido el convivir entre hermanos. Además, era encantador ganarle a su hermano mayor tan constantemente.  

El chico esperaba a que Yukio le diese un golpe, pero no lo hizo.

—Nii, no seas malcriado, además tienes muchas cosas que reparar aqui, deséame suerte— Dijo el chico mientras tomaba su maletín de trabajo, donde guardaba todas sus armas y algunos pergaminos que podrían ser necesarios para poder exterminar demonios que sean demasiado fuertes para que un humano logre exterminarlos.

—Suerte!— Dijo Rin ya listo para permitirle a su hermanito irse sin estarle causando problemas. Esperaba que al volver, tal vez puedan comer algo que el prepare y pasar algo de tiempo con sus amigos. Era bastante obvio de que quería celebrar el hecho de que ya casi terminaba su primer año en el curso de exorcista, y como había mejorado el control de esas llamas azules. 

       Rin esperaba que hablasen por lo menos un poco más, pero no lo hicieron.

El chico esperaba que lo regañara un poco más por ser tan arrogante, pero no lo hizo.

Rin esperaba que realmente tuviese cuidado mientras peleaba, pero no lo tuvo.

El chico esperaba que Yukio volviese a casa, sonriendo por salir victorioso, pero no lo hizo.

—Joven Okumura, me temo informarle que...—Había comenzado Mephisto, pero no se veía muy capaz de continuar con aquellas palabras. Ese día, aquellos colores que caracterizaban a Mephisto, como el rosa y el blanco, no se veían tan alegres como siempre, de hecho, parecía como si el blanco fuese un gris claro, y el rosa, fuese tan claro, que no representara aquella felicidad usual. —Su hermano sabía los riesgos de este trabajo, y murió dando batalla contra un demonio de alto rango el cual ya ha sido exterminado—Habló el hombre quitándose aquel inmenso sombrero y mirando al piso en señal de respeto hacia Yukio, por lo que Rin solamente pudo intentar procesar aquella información, pero siendo sincera, nadie podría procesar el hecho de que su única familia restante haya muerto. El pobre azabache solamente sonrió levemente y comenzó a hablar.

—Yukio, se que estas ahi afuera, esta broma no es divertida, y tu mismo lo sabes...— Dijo el chico a lo que Mephisto solamente lo vio con pena. No podía creer ue Rin reaccionara de esa manera, pero considerando su gran cariño por su hermano, y aquella tendencia humana de negar lo inevitable, como la muerte, era bastante normal el que reaccionara de aquella manera, pero eso no quitaba el hecho de que fuese realmente patético el hacerlo. 

El chico sin más que pensar, y finalmente comprendiendo que no era ningún tipo de broma, Rin cayó de rodillas completamente destrozado. No puedo describir lo que sintió en aquel momento, incluso siendo la narradora. Su boca se secó abruptamente mientras que en su garganta se formaba un nudo. Yukio no podía estar muerto. Yukio era lo único que le quedaba. El no podía morir. Siempre había sido el mejor exorcista, ¡No pudo haberle pasado algo malo en batalla!  ¡Tuvo que haber sido el! Tuvo que haber sido el. ¡El era el mayor, él era el que debía de morir primero! 


El pobre chico de cabello azabaches despertó de aquel terrible sueño lleno de recuerdos sin aliento. Sus músculos estaban tensos, sin mencionar por aquella presión en su pecho la cual a cada segundo se hacia mas fuerte. Era simplemente increíble el hecho de que esos recuerdos se mantengan en su mente de esa manera, y aún más el hecho de que lo atormentan cada noche. Anteriormente, si no me equivoco, mencioné que el chico no dormía bien por las noches, bueno, esta es una de las grandes razones para eso. Cada noche, debía de recordar cómo le daban la noticia, los últimos momentos que había pasado con Yukio, y su terrible y al mismo tiempo ingenua reacción ante la noticia. Habían cosas terribles, pero el tener que pensar en algo como eso tan frecuentemente era aún peor de lo que pensaba. De manera clara, esta experiencia era la razón por su incontrolable odio y agresividad hacia los demonios.  

No podía decir que se encontraba orgulloso de las acciones que habia hecho despues de escuchar la noticia... Rin, en un intento de mantenerse con vida para mantener el legado de Yukio, se alejo de todo lo que tenía que ver con ser un exorcista, se alejó de sus amigos de la Cruz verdadera, y se encerró en las cuatro paredes de su oficina pretendiendo ser el empleado perfecto para no tener que concentrarse en la mierda de vida con la cual debía de cargar de ahora en adelante, pero para su desgracia, el trabajo de oficina no lo había mantenido tan ocupado como él pensaba, por lo que su mente seguía funcionando normalmente y atormentando a el pobre chico cada segundo en el que no rellenaba papeleo. Era simplemente agotador el mantener aquel estilo de vida, y le sorprendía el haberlo mantenido por tres años. 

 —Oh, veo que ya has despertado, buenas noches dormilón, me alegra que no estés muerto, realmente te tomaste bastante libertad respecto a tu horario no productivo. De cualquier manera, no fuiste al trabajo, estabas durmiendo muy plácidamente y preferí no despertarte, pero, como estabas dormido, no pude curar tus heridas ya que sería muy raro el invadir tu "templo"—Dijo la chica. Su expresión cambió desde la primera vez que la había visto, de hecho, se veía más relajada de lo usual, y no tan severa como usualmente. Era una expresión más amena y amigable que la primera vez que la había visto.  —¿Quieres un poco de té?—Preguntó la chica de manera cortés. Sus ojos brillaron de manera inhumana. ¿En qué carajos se había metido? 

Odio Rin okumura x tu [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora