La felicidad del boxeador -Gay

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Advertencia ⚠️: escenas fuertes y palabras vulgares.

Cre..creo que me ten..tengo que ir-

Que?!!- el mayor miró sorprendido a Lucky. No lo dejaría volver al infierno del que se pudo librar. Por supuesto que no.

Yo...yo me tengo que ir mi ma...mamá se quedará sola.. por favor- Lucky se paro del mueble a una velocidad inigualable dejando salir un gemido al lastimarse la herida. Fue corriendo hasta la habitación en la que anteriormente durmió y tomó de la cama el bulto de su bebé y se puso las chanclas con las cuales se había escapado. Atrás del menor un Stephen sorprendido lo seguía.

No creo que sea bueno que te vallas, no ha pasado ni un día desde que mi hermana te cosió por lo que se te puede abrir la herida, ademas qué pasa si vuelven y te hieren. No quiero que eso pase, no quiero que tú y Kai se pongan en peligro- Lucky escuchaba al mayor hablar detrás de él mientras él cargaba a su bebé. Es cierto que tenía miedo, de había escapado y ni siquiera había vuelto en la noche, sabía que su padre no se quedaría de brazos cruzados, lo haría sufrir. Pero luego estaba su madre, ella no era una mala mujer, fue madre muy joven y se sentía asustada sin la ayuda económica de sus padres y con un esposo alcoholico, por lo que se dedicó al mundo nocturno para poder sacar a su familia adelante y se dejó llevar por ese mundo maligno.

Tú no entiendes, no puedo quedarme aquí toda la vida. Mi madre está sola en esa casa con ese hombre, no puedo dejar que le haga nada- Lucky se disponía a salir cuando fue tomado por el brazo por Stephen, quien lo miraba con una mirada entre angustiada y molesta.

Y que harás, ponerte en peligro?, dejar que ese hombre te golpee hasta matarte y luego que?, que pasara con tú vida, que pasara con tu hijo- Stephen estaba tocando una fibra sensible en Lucky, lo cual él no sabía. Lucky en ese punto ya tenía los ojos cristalizados, se sentía impotente por no poder hacer nada para evitar su desgracia, solo quería que todo se acabe y descansar, ver a su hijo crecer sano e inteligente, tener una mejor vida con un trabajo estable.

Crees que no se eso, crees que no se lo que me puede pasar. Quiero hacer algo, no quiero que me sigan viendo como el mocoso que tiene un hijo, el chico que no estudio, el chico que se vende. Ya estoy cansado- y sin mas se dio la vuelta y se marchó por las escaleras, sin mirar atrás, con un destino en mente.

Al salir del edificio sintió su cuerpo temblar y un sentimiento lo recorrió de pies a cabeza. Tenía la esperanza de que Stephen lo detuviera, de que le haga entender ya sea a la mala que lo que iba a hacer era un completo suicidio, pero no pasó, él solo tomó su decisión, era momento de afrontarla.

Luego de salir del complejo de apartamentos y preguntar a desconocidos por una parada de autobuses, tomó el primer autobús que lo deja en la parada de su vecindario. Al llegar a esta sentía un frío calar sus huesos, el sol estaba en lo más alto del cielo haciendo de la temperatura calurosa y sofocante pero para Lucky no fue así, sentía su cuerpo temblar al ver su casa en la próxima esquina, sus pasó eran lentos y temblorosos. Apretó con mas fuerza a Kai en su pecho, tenía miedo de la reacción del hombre al momento de que entrara, ya que de por si era una persona sumamente agresiva no se quería ni imaginar como lo sorprendería primero.

Al llegar a la esquina de su casa miro la casa de su vecina a un lado, si bien no era una mala idea dejar a su hijo con ella tampoco era la mejor. Le debía dos meses a la mujer por el cuidado del niño, la señora era muy grosera y no quería que por querer cuidar a su Niño lo terminen maltratando en la casa de aquella mujer.