ᴊᴇ ᴠᴇᴜx

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Otoño, 1886.

Un alma desolada, sin luz, sin calma, pasea sola en busca del verdadero amor. Camina descalza, el color de la pureza la reviste, la despoja de lo banal, le devuelve la paz. Avanza por el sendero, vestida de ensueño, con distintas flores que adornan su cabello, las mariposas empiezan a resurgir cuando ella lo ve a él ahí. Una rosa en su mano lleva, el la espera desde la pasada década, le sonríe y le demuestra su amor. Había esperado tanto este momento que no contiene la emoción. Las hojas caen de los árboles, el suelo se viste de los colores del otoño, es un tiempo tan nostálgico, tan mágico, tan propicio del amor.

- Bien que vous n'aimiez pas la façon dont vos grains de beauté ornent votre précieux visage, je continuerai à vous rappeler à quel point vous êtes belle - toma mi cara con una de sus manos, levanta mi rostro y se acerca lentamente para juntar sus labios con los míos ...

-¡Fleur! ¡Ya es hora! ¡No puedes llegar tarde a tu  último primer día! - grita mamá mientras intenta despertarme. Bienvenida realidad.

Otro romántico sueño que arruina mamá con su angelical voz de despertador, cada día tengo el privilegio de usar mi imaginación al acostarme y generar escenas tan maravillosas como esa, pero siempre tienen el mismo final inconcluso. ¿Algún día alguien se fijará en mi? ¿Alguien podrá decirme tales palabras que se consagran al amor?, mis abuelos dicen que tengo permitido soñar las veces que quiera, que nunca es tarde para amar, así que eso me reconforta, al menos un poco.

Me levanto de la cama que comparto con la pequeña Zoé, mi hermana menor. Mi familia es muy humilde y como somos numerosos hay muchas cosas que debemos compartir. No puedo creer la rapidez con la que el tiempo transcurre, hace unos años aún salía corriendo detrás de los pollitos de la granja y ahora estoy en la etapa de la madurez donde tengo que comportarme como una señorita para poder conseguir un esposo decente, eso siempre me recuerda mamá. Crecer me resulta complicado, más cuando tengo que dejar en el pasado las cosas que tanto amaba hacer y tratar de ser alguien totalmente diferente, alguien que nunca pensé ser.

Ayudo a mamá a servir el desayuno para mis otros hermanos, quienes van a una escuela no muy lejana de casa, por lo que prefieren ir de caminata y observar la naturaleza. Cada uno toma su porción y salen con prisa, odian llegar tarde a los lugares, peor a la escuela. Mi familia no podrá ser adinerada, pero la inteligencia es algo que nos sobra y nos basta, creo que es hasta más importante que la belleza física, pero sin duda es algo que mis compañeras de clase no toman en cuenta y por supuesto no están listas para esa conversación.

-Fleur Dupont ¿por qué sigues aquí? ¡Llegarás tarde!- mamá me regaña.

-Mamá, respira.- pongo mis manos sobre sus hombros - Hoy Amélie viene por mi, en su carruaje - digo emocionada con una gran sonrisa.

-Espero que te comportes como una señorita- decimos las dos al unísono. - No prometo nada, pero trataré - bromeo, beso su mejilla y salgo de casa con mis libros.

Al cerrar la puerta, me encuentro con el rostro que más extrañé ver en estas vacaciones, el de mi mejor amiga Amelié.

-Ya veo que las vacaciones te han afectado ¿tu llegando algunos minutos tarde? ¿quién eres? ¿qué hiciste con mi mejor amiga?. Te extrañe - me abraza y suelto una risa.

-Yo también te extrañe y mucho, mi otra mitad - digo.

- ¿Qué tal tus vacaciones? ¡Tienes que contarme más capítulos de La hermosa L’œillet y sus aventuras en Barfleur de Normandía! - me agarra del brazo mientras caminamos hasta llegar a su carruaje.

-Cancelaron sus transmisiones, las aventuras se fueron con todos cuando huyeron de aquí por las festividades- respondo con tristeza recordando mis vacaciones encerrada, aprendiendo los quehaceres del hogar.

❛ ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ ᴛʀɪꜱᴛᴇꜱ ❜ || ᴛɪᴍᴏᴛʜÉᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora