ᴇɴ ɴᴜɪᴛ

121 12 22
                                    

No ha pasado mucho del terrible episodio que me ha tocado vivir, por suerte Dios aún no quería que forme parte de sus aliados allá en el cielo porque fue piadoso y decidió dejarme junto a Timothée, pues claro, habría sido una trágica historia de amor si hubiera sucedido lo contrario.  Estos días no han sido lo mejor, precisamente mi madre se ha puesto histérica al enterarse de esta situación, me ha preguntado cual es el motivo por el que esas chicas han actuado de esa forma pero no he sabido responderle, sigo pensando mucho en como ella reaccionará cuando le mencione que estoy saliendo con Timothée, quien  por cierto me ha tratado una manera extraña, alejándome un poco, de verdad que no quiero hacerme ideas, ni pensar lo peor, pero me duele un poco el corazón al pensar que no somos los mismos después del que creíamos que sería el mejor viaje de nuestras vidas.

-¡Fleur! ¡No olvides estar lista para cuando Nathan llegue!- grita mi madre desde la cocina.

Olvidé mencionar que mi querida y grandiosa madre me ha preparado una cita con un gentil y honrado caballero llamado Nathan, quien milagrosamente ha aceptado salir conmigo, mi madre dice que es una oportunidad que no puedo desperdiciar, que si la cita va bien probablemente logre casarme en lo que menos pienso. Pero no es lo que quiero, no sé como hacerle saber que esa no es mi decisión, que tengo otro camino para mí, por más que hable con ella no lo comprende, no entiende que no quiero que ella viva a través de mí, ella tuvo ya su vida y es ahora de que yo viva la mía, que no tema por los errores que podría cometer, de eso se aprende, eso te hace crecer, quisiera que confiara un poco más en mi ... en mis habilidades ... porque estoy segura que tengo grandes cosas por ofrecer al mundo y con ella lograré hacer increíbles cosas ... solo espero que me de la oportunidad de abrir mis alas y volar. 

-Madre ... ¿En verdad tengo que ir?.- pregunto casi suplicando.- Fleur, ya lo hemos hablado, no pienso discutir.- responde.

-Pero podrías siquiera escuchar con exactitud mis argumentos.- la persigo mientras ordena algunos objetos del comedor.- Ya he escuchado suficiente, además no es el momento adecuado para tener una de tus conversaciones, mi niña.- emplea esa pequeña frase al final para evitar que se de paso a una interminable discusión.

-¡Pero madre! ¡Sólo escúchame!.- la tomo el brazo.- Por favor ...- la miro a los ojos y ella accede. 

-¿Qué es eso tan importante de lo que quieres hablar?.- Toma asiento, madre.- ambas nos sentamos sobre el sillón.

-En el caso hipotético, obviamente es una hipótesis, nadie la está afirmando ni negando ¿cierto?.- pregunto.- Cierto.- responde.- Prosigo, entonces digamos que yo estuviera en relación con un chico, no estaría obligada a ir a esa cita porque mis valores lo consideran como infidelidad e irrespetuoso para la persona con la que estoy.- ¿Cuál es el punto al que quieres llegar respecto a esto?.- pregunta cortante.- Pues ... simplemente te quería decir que no puedo ir a esa cita, no puedo siquiera verme con alguien a quien no conozco y no estaré interesada nunca en mi vida porque mi corazón le pertenece a otra persona.

No sé de donde he sacado la valentía para decirle la verdad a mi madre, pero me alegra que finalmente me haya animado, me siento más tranquila y con mayor paz.

-Aún así tienes que ir, vives en mi casa, bajo mis reglas. No te mandas sola, recuérdalo, Fleur. -¡Pero madre! ¡Abrí mi corazón! ¡Te dije la verdad! ¿Y aún así no me apoyarás? ¿Sabes lo díficil que fue para mí dar este paso?.- Lo siento, Fleur. Pero soy tu madre  y siempre querré lo mejor para ti y eso incluye esta decisión.- ¡Siempre dices lo mismo! Y lo sé, sé que eres mi madre, que quieres mi bien pero no siempre estás en lo correcto, confía en mí, por favor.- ruego.- No Fleur, no vamos a seguir hablando de lo mismo siempre, ¿por qué no puedes hacer esto por mí? Porque en vez de quitarme preocupaciones me las das, ¿no puedes seguir las reglas como las demás chicas de tu edad?.- No madre, no puedo. Tu sabes que nunca he sido de seguir las reglas porque desde pequeña no he sido parte de algo, me ha tocado forjar mi camino, mi vida, mi destino. Y no sabes cuanto me duele que tú no seas capaz de apoyar mis sueños.- me interrumpe.- ¡Lo siento! ¡Siento no ser la madre que quieres! Pero como te mencioné antes, mi casa, mis reglas, así que quieras o no te obligaré a ir a la cita.- dice con firmeza, yo la miro directo a los ojos y siento que algo dentro de mí está por explotar, así que para no empeorar las cosas con ella, no pienso sólo actúo. 

Me levanto con rapidez, camino con prisa hacia la puerta y salgo en busca de Devinette, corro con todas mis fuerzas dirigiéndome al establo, pero me detengo al ver la puerta abierta, eso significa que ella no está, estaba apunto de empezar a llorar en medio de tanta desesperación cuando a lo lejos veo su hermoso pelaje moviéndose al ritmo del viento, pero la monta alguien quien oculta su rostro, llega hasta donde me encuentro, extiende su mano y vacilo si debería tomarla ... pero si Devinette confío en él, tal vez no sea mala idea, así que la tomo.

Devinette corre como no lo había hecho nunca, creo que el espíritu de libertad se ha apoderado de ella, volteo para ver la cara de mi madre, la cual está indignada por mi actuar, solo veo tristeza, dolor y decepción en sus ojos, espero no arrepentirme de esto en un tiempo.

(...)

He escapado de casa, de mamá, de mis pequeñas responsabilidades, a un lugar donde abunda el silencio y la paz, es un campo, lleno de tulipanes de diversos colores. Me bajo de Devinette y aquel extraño imita mis movimientos.

-Gracias por salvarme, bueno, ayudarme a escapar. Pero ... ¿Quién eres? ¿Por qué te llevaste a mi yegua? 

-¿De verdad no me reconoces?.- dice Timothée quitándose la máscara.- Ce n'est pas possible, en verdad eres tú, ¡eres a quien más quiero ver y necesito en estos momentos!.- me lanzo sobre él a abrazarlo. 

-No pensé que te ibas a emocionar tanto, porque últimamente andabas algo extraña conmigo.- ¿Yo?.- Sí, tú. Ma belle fleur.- Pero ... pero ... ¿Cuándo los papeles se invirtieron?  Yo realmente estaba angustiada porque no sabía que te pasaba conmigo, me estabas evitando estos días, pensaba que habías dejado de quererme, ¿lo has hecho?.- pregunto preocupada.- ¡No! No es eso Fleur, sólo que ... cómo querías que me sienta sabiendo que ibas a tener una cita con otro caballero quién probablemente iba terminar flechado por tí. No quiero seguir ocultando lo que somos.- Ella ya lo sabe, no tienes que hacerlo más, se lo he dicho para que no me haga ir a la cita pero estaba dispuesta a obligarme a ir pero por supuesto no lo iba aceptar por eso huí, por cierto, ¿Cómo sabías de esto?.- Amelié me lo contó porque era obvio que lo estabas pasando mal por toda esta situación, así que me puso al tanto e ideamos un plan, técnicamente te iba a secuestrar pero que bueno que viniste por voluntad propia.- bromea y suelto una risa.- Por eso los dos son mis personas favoritas del universo.- lo beso y Devinette relincha, no seas celosa, sabes que tu también lo eres. 

El sol empieza a caer, es mi parte favorita del día, ver como los colores del cielo se mezclan para regalarnos un color más sólido, el atardecer es una de las cosas que me hacen feliz y me dan paz. Mientras yo me distraigo con la maravilla que ven mis ojos, Timothée tiende una manta sobre el suelo, vaya realmente habían preparado esto.

-Vamos a cenar viendo las estrellas así que lo puedo considerar una ... ¿cita?.- pregunto y no puedo dejar de sonreír.

-Es una cita, de alguna manera tenía que recompensarte por alejarte de mí algunos días.- me abraza por detrás, sus abrazos son muy cálidos. 

El que pensaba que sería un día horrible, tal vez el peor de mi vida, ha pasado a ser el que más esperaba, ya no siento temor, inseguridad, todo se marcha cuando estoy con él, todos mis miedos dejan de existir, junto a él soy feliz y no paro de reír. Sé que le prometí que sería quien alegre sus ojos tristes, pero él no se da cuenta de que es quien le da vida a los míos. 

Estar acostados sobre los tulipanes, con mi cabeza recostada sobre su pecho, escuchar como late su corazón, como se acelera cuando me acerco, como su risa se escapa cuando digo al ilógico, esto es el paraíso para mí. Mi chico de los ojos tristes, de los abrazos reconfortantes, él que aprendió a decirlo todo tan solo con mirarme, él es a quien quiero y nadie va a obligarme a dejarle. 

- Chalamet, Je t'aime, ne me laisse jamais partir.- busco sus ojos.

-Dupont, croyez-moi, je ne le ferai pas. Je t'aime plus que tout.- me besa y mientras lo hace sonrío.

El amor no era algo que buscaba pero sin duda me encontró y desde ese día no he dejado de ser feliz. 




Nota.

- Hola, hola, holaaa🤍. Lo siento tanto, de verdad, por actualizar después de un año, pero bueno ya volví y ahora estoy dispuesta a terminar la historia 🥺

- Espero que les guste mucho el capítulo 💘

- No se olviden de votar, comentar 🌼

- Próxima actualización: Próximo Jueves 💗

❛ ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ ᴛʀɪꜱᴛᴇꜱ ❜ || ᴛɪᴍᴏᴛʜÉᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora