ᴛᴏᴜᴛᴇꜱ ʟᴇꜱ ᴍᴀᴄʜɪɴᴇꜱ ᴏɴᴛ ᴜɴ ᴄᴏᴇᴜ

472 29 64
                                    

Esta vez no he soñado con alguien que mi mente haya creado, ahora es distinto, su rostro es del chico que no puedo dejar de observar desde que llegó, Timothée Chalamet, pero me gusta referirme a el como el chico de los ojos tristes. Lleva un par de días mirando a mi dirección, eso hace que mi cuerpo se estremezca completamente, nunca nadie me había mirado de una forma tan única, de una manera en la que me haga sentir especial.

He despertado antes de que el alba haga su aparición, he ido al establo por Devinette, mi yegua, fue un regalo de mi padre en mi cumpleaños número dieciséis. La monto y vamos en busca de una pequeña aventura. La oscuridad y la niebla me envuelve, no deja rastro de donde vengo ni a donde voy, nunca había experimentado tanta tranquilidad, es increíble las veces que pasamos buscando lo que tanto anhelamos en los lugares equivocados. El silencio susurra sus más preciados deseos a una chica que solo quiere escapar de la realidad por momentos y llenar su vida de nuevos recuerdos.

Hemos ido lejos, muy lejos de casa, nos encontramos en un valle donde se puede apreciar la belleza e infinidad del mar, Barfleur es una población rodeada por un pequeño puerto pesquero, que interesante ha de ser la vida de las personas que viajan y exploran lo que hay detrás del mar, como mi padre, quien esta vez ha tardado en regresar.

En la altitud todo es mejor, aprender a admirar las cosas desde una perspectiva lejana pero bonita, siempre me ha gustado venir aquí, es mi rincón favorito para dejar mis preocupaciones. Me recuesto sobre Devinette y acaricio con delicadeza su pelaje blanco.

-Te extrañaré cuando me marche de Barfleur - ella relincha. -Tomaré eso como un yo también - sonrío.

Los primero rayos de sol aparecen en el cielo, la nubes se mueven y dejan ver el gran círculo amarillo que decora el espacio celeste y blanco del horizonte. Esa es la señal de que es momento de volver.

A mi madre de seguro le daría un infarto verme montando a Devinette, descalza, despeinada y haciendo todo lo que una señorita no debe hacer, mucho menos al amanecer, con los peligrosos malhechores que acechan el pueblo, lo que madre no sabe es que hay una fuerza mayor que desde el cielo me cuida.

En medio del camino tuvimos un percanse Devinette se asustó con un zorro y me hizo caer. A pesar del dolor tuve que ir tras ella para devolverle la calma, después de todo llegamos sanas y salvas.

Hoy he decidido adornar mi cabello con unas trenzas y algunas flores que encontré esta mañana en el jardín.

-¿Te has peinado?- pregunta extrañada mi madre.

-¿Te gusta? Sentía que necesitaba algo diferente en mi aspecto y se me ocurrió esto - señalo mi cabeza.

-Creo que es un poco exagerado, parece que llevaras un arco-iris ahí, dejaré solo las que combinan con tu vestido y tus ojos - Esta bien, gracias madre.

-Esto es por un chico ¿verdad?

-¿Perdón? ¿Por qué piensas eso?

-Porque nunca te habías preocupado por tu aspecto y cuando he mencionado la palabra chico tu corazón empezó a latir muy rápido, de seguro tienes a alguien en mente. ¿Es Travis?

-¡Madre! ¡No! ¡Travis ya está comprometido!. Además mi corazón solo late por ti, por papá y mis hermanos, no conozco a nadie aún que se adueñe de los latidos de mi corazón

Tengo que dejar de engañarme a mi misma primero para ya no mentirle a los demás, a esa lista debo agregarle alguien más, solo que por ahora me asusta el hecho de sentirme distinta ...

-Mentir es pecado, Fleur. - dice mi madre con seriedad absoluta.

-No estoy mintiendo. Si algo llega a pasar en su debido momento, te lo contaré. Lo prometo, ahora debo ir a la escuela, Amélie espera por mi- le sonrío.

❛ ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇ ʟᴏꜱ ᴏᴊᴏꜱ ᴛʀɪꜱᴛᴇꜱ ❜ || ᴛɪᴍᴏᴛʜÉᴇ ᴄʜᴀʟᴀᴍᴇᴛDonde viven las historias. Descúbrelo ahora