Jungkook:
Estudiante de administración 6° semestre. Un chico muy popular con la edad de 22 años, vocalista de la banda Groom Lake conformada por sus amigos Namjoon, Yoongi y Taehyung.
Jimin:
Estudiante de economía 3° semestre. Un chico muy particula...
El fin de semana había transcurrido de manera rápida. Jimin no paro de pensar en que aquellos ojos negros se habían fijado en él. Y por otro lado, Jungkook no paro de ensayar junto a sus amigos, pero aún así, de vez en cuando pensaba en ese tal Park.
El entrenamiento de fútbol había acabado. Jimin se encontraba platicando y riéndose con el equipo, quienes hasta el momento eran agradables, aunque lamentablemente el rubio debía retirarse.
—Chicos, debo irme o llegaré tarde a clase otra vez— avisó a sus compañeros recogiendo sus cosas.
Los integrantes del equipo solo asintieron y Hoseok le hizo segunda a su mejor amigo.
—Igual debo irme equipo. Nos vemos— el pelirrojo tomó sus cosas y acompaño a Jimin a los vestidores.
Ambos chicos acabaron de cambiarse. Hoseok le preguntó a Jimin si quería que le acompañase a su clase pero este último rechazó la propuesta, así que ambos se retiraron a sus respectivos salones. El rubio no dejaba de jugar con sus dedos debido a que estaba nervioso, pero se relajó cuando entró al salón, puesto que no encontró al joven pelinegro.
"Al parecer todavía es temprano" pensó aquel rubio debido a que todavía faltaban varios de sus compañeros.
Jimin decidió enfocarse en su celular para alejar sus pensamientos y liberar sus nervios. Pasó un par de minutos y sin darse cuenta, el salón ya estaba lleno. La profesora entró saludando a sus alumnos y el rubio tuvo que despegar sus ojos de la pantalla del celular. Al ver que ya iniciaba la clase, giró su cabeza hacia un lugar en particular en busca de su amor platónico, pero solo encontró un lugar vacío. Jimin bajo su mirada sintiéndose un poco decepcionado.
La clase estaba transcurriendo normal, el rubio se encontraba absorto en la explicación de la maestra cuando de pronto, sintió unos cálidos dedos tocar con delicadeza su hombro.
—Hmm... Park— El cuello de Jimin se erizó al escuchar aquella voz.
"No podía ser él, definitivamente no" fue lo único que pudo pensar el rubio.
—¿Podrías pasarme mi pluma? Se me ha caído y está justamente en tus pies— habló aquel chico quien se encontraba sentado detrás de él.
Jimin trago fuerte y agachó su mirada hacia sus pies. Efectivamente había una pluma de color rojo cerca de su pie derecho.
Nervioso, empujó levemente su silla hacia atrás para recoger la pluma. Una vez que la tuvo en su mano, se incorporó y giró su cuerpo para entregársela pero quedó pasmado al encontrarse con algo inesperado.
El rostro de Jungkook se encontraba a centímetros del suyo.
El tiempo pareció detenerse justo frente a sus ojos. Sintió su corazón acelerarse y se quedó sin aliento.
El pelinegro sonrío.
—Gracias Park.
Jimin parpadeó varias veces y su cara fue tornándose a un ligero color rosa. Se volteó más rápido que un rayo. Su corazón iba a mil por hora, sin embargo, el joven de aquellos ojos negros volvió a hablar.
—Eh... Park, mi pluma— el rubio miró su mano percatándose de que no le había devuelto su pluma. Se maldijo internamente y tomó una bocanada de aire.
Jimin volteó a darle la pluma y regresó su mirada al frente casi en medio segundo.
Jungkook soltó una silenciosa risa y se acomodó nuevamente en su lugar. Su plan había funcionado mejor de lo que esperaba.
