Me pidieron que narrara una historia sobre mi vida, que en parte fuera cierta y en parte ficción. No me gusta escribir sobre mí mismo, pero tengo que hacerlo.
Recuerdo el dolor como el hecho más tangible que ha marcado mi existencia, aunque poco recuerde de mi infancia no recuerdo lo que se siente ser feliz, sólo recuerdo la miseria del mundo y todas las veces que lloré hasta quedarme dormido; actualmente soy incapaz de llorar, dejé de sentir hace mucho tiempo.
Todo cambió cuando amé por primera vez y conocí la verdadera naturaleza humana, el dolor y la miseria que había empezado a sentir hace tiempo atrás se volvió una parte de mí, a donde iba cargaba mi dolor, pero nadie lo notaba, incluso yo me convencí de que era algo normal, mi concepto de felicidad cambió tan drásticamente que empecé a creer que era algo que no existía realmente.
Luego de ese primer fracaso me cerré a toda posibilidad de querer a alguien que no fuera yo mismo, amaba a mi familia, pero desde siempre me ha sido difícil demostrar mi afecto, bueno, desde siempre me ha sido difícil demostrar cualquier emoción, pero también me convencí de que era algo normal, luego comprendí que realmente no sentía nada. Sólo me convertí en alguien frío y sin sentimientos, un cretino, era más fácil para mí; pasé mucho tiempo solo en la oscuridad de mi cuarto, comía poco, dormía poco y tenía una interacción nula con las demás personas que me rodeaban, quería estar conmigo mismo.
A ese tiempo conocí lo que fue y sigue siendo a día de hoy un salvavidas para cuando no me soporto a mí mismo, la marihuana. Fumaba todos los días, muy controlado, armaba un cacho al que le daba una calada y eso era todo, una calada me hacía sentir como un niño pequeño, tenía el control sobre mi cuerpo, pero no lo sentía realmente, dejé de sentir dolor, pero sabía que era pasajero por lo que me daba meses de abstinencia para no volverme dependiente.
Hablo conmigo mismo y tengo pensamientos que no controlo, eso si lo recuerdo de mi infancia, recuerdo que me creían hiperactivo por lo inquieto que era, pero esa posibilidad quedó descartada cuando empecé a tomar conciencia de mis actos. Me considero muy normal, si tengo algo de especial es mi creatividad, eso es algo que no se ve en cualquiera. Pero a pesar de que me considere normal las otras personas no lo hacen, perdí la cuenta de las veces que diferentes personas me han dicho que soy raro, cuando era chico me afligía mucho el hecho de pensar que no podía encajar, pero conforme fui creciendo y sintiendo que lo que realmente quería era estar solo empezó a dejar de importarme e incluso me empezó a agradar que me lo dijeran; mi respuesta para ello era: "los diamantes son raros en la corteza terrestre" y si lo pienso es verdad, en sí lo raro se define como algo poco común, algo fuera de lo normal y no tiene por qué ser algo malo.
Empecé a escribir estos relatos para llevar control de mi condición, hace poco empecé a ver a un psiquiatra para tratar mi depresión porque después de tanto tiempo se determinó que no era algo normal y que necesitaba ayuda, tengo alucinaciones y una historia un poco turbia que contar, sé que no debería utilizarme a mí mismo de experimento, pero de igual forma lo haré, este es el inicio de mi esquizofrenia.

ESTÁS LEYENDO
El Histrión - Primer Acto
Mystery / ThrillerMe pidieron que narrara una historia sobre mi vida, que en parte fuera cierta y en parte ficción. No me gusta escribir sobre mí mismo, pero tengo que hacerlo. Recuerdo el dolor como el hecho más tangible que ha marcado mi existencia, aunque poco rec...