Es complicado explicarme, casi como lo es entenderme. Hay veces en las que he sentido la parsimonia de quedarme mirando a un punto fijo y sentir como me desvanezco en la nada...
- ¡Hey! – grita el viejo – quite esa cara de loco, no me gusta verlo así.
- Perdón, perdón; a veces simplemente me voy – le digo
- Si, me doy cuenta. No puedo dejar que despegue.
No soy de pocas palabras, hablo mucho pero no me apetece hablar ahora, es extraño en mí. Lo que no es extraño es que me contradigo y redundo en mis propias ideas, es como un espiral a la que estoy obligado a estar, dando vueltas sin parar porque esa espiral no tiene centro, no tiene bordes. Algunos me han dicho que si es así debería ser un círculo vicioso, pero no tiene sentido porque se ensancha y se estrecha constantemente, no hay un patrón claro para el momento en el que debo estar más calmado o deba dedicarme a huir.
Trato de controlarme, pero es imposible, no sé qué me hace estar cuerdo ni qué me hace delirar; muchas veces me he negado a dormir para no seguir soñando con esos momentos, he revivido mi muerte más veces de las que he sonreído y no tengo que soñar para que eso pase, antes de dormir tiendo a imaginar diferentes maneras de quitarme la vida y cuando me duermo, están las formas en que puedo perderla.
He hablado de cosas muy normales, al menos para mí lo son, la paranoia que cada día siento cuando salgo de casa es algo que me atormenta, tengo una mala memoria y un ego por las nubes, sé psicoanalizar a las personas pero muchas veces llego a conclusiones involuntarias que lo único que logran hacer es ponerme histérico; mi corazón se acelera, mis manos empiezan a temblar, hay mucho ruido en mi cabeza, mis piernas también tiemblan, mi ojos miran rápidamente para todos lados. Pero nadie parece notarlo, todos están muy tranquilos en sus propias cosas, siento que cada mirada que me lanzan tiene un juicio como el que yo objeto en su contra, pero no tiene sentido que eso pase, si no los veo no existen, soy el amo de todas mis inseguridades y soy mi perdición; tengo las respuestas para mis propios males pero no sé cómo utilizarlas, dudo mucho que pueda salir este bucle pero al mismo tiempo estoy decidido de poder hacerlo.
Me gustaría estar consciente de mis cambios, me refiero, a que sé cuándo ocurren y por qué ocurren, puedo incentivarlos si lo preciso, lo que no puedo es volver a lo que fui, siempre paso a ser alguien nuevo a conveniencia de la situación en la que me encuentre, es como si una versión diferente de mi viera la luz cada día.
Son innumerables los momentos en que sentí ver el futuro, pensaba en cosas que pasaban por mi cabeza como si fueran reales y me confundía; bueno, aun me pasa. Hay ocasiones en las que confundo mis pensamientos con la realidad, da igual si lo que confundo lo vi involuntariamente en un sueño o sólo lo imaginé en un momento de lucidez. Hago en mí mismo de mis pensamientos hechos y de esos hechos estragos porque muchas veces pretendo arreglar situaciones dolorosas, pero cuando regreso a la realidad del todo, hice un mal.
Vi a Dios y me dijo que no existía, no supe si se refería a él o a mí.
Me vi en el espejo y no fui capaz de reconocerme.
Viajé en el tiempo y cometí los mismos errores.
Escribí poemas para alguien que no conozco.
Vi estrellas bajo techo en la oscuridad de mi cuarto.
Vi como una sombra se hacía persona y esa persona se desvanecía en la nada.
He pensado en mis delirios como señales, a veces trato de convencerme de que tengo un don y soy especial, que no estoy enfermo, pero no tiene sentido que me sienta tan mal si soy bueno.
Tengo respuestas a preguntas que ni siquiera han sido formuladas.
Escucho en mi cabeza las voces de todas las facetas que he tenido, discutiendo y realizando un consenso para poder realizar acciones mediante este cuerpo.
Eso es sólo lo que puedo percibir cuando estoy consciente, pero muchas han sido las veces que simplemente no estuve, que me perdí, podía estar en una clase por ejemplo y en otro momento despertando en una casa ajena con alguna mujer, después de estar muy drogado con el cuerpo hecho un desastre y sin poder reconocerme en el espejo. Lo bueno es que siempre despierto con una mujer conocida que paso siguiente me prepara desayuno y me da cariño, he cultivado cosas que no he querido pero que igual me han servido para salvarme de mi mismo y los otros que habitan en mí.
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El Histrión - Primer Acto
Mystery / ThrillerMe pidieron que narrara una historia sobre mi vida, que en parte fuera cierta y en parte ficción. No me gusta escribir sobre mí mismo, pero tengo que hacerlo. Recuerdo el dolor como el hecho más tangible que ha marcado mi existencia, aunque poco rec...