I. Contienda.

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En algún momento de la creación dónde los angeles empezaban a nacer y  la vida en diferentes planos comenzaba a concebirse.

Una hermosa y poderosa criatura Angélical empezaba a cuestionarse por qué el no podía ser un creador como su dios, ya que el sentía en su ser ese gran poder dentro de el como para poder serlo. Pensaba que aquel ser superior a quíen obedecía en era tan egoísta al limitarlo a solo servir a sus caprichos.

Fue asi que con el paso del tiempo y cada vez más convencido de que podría ser más capaz y un mejor dios que su creador, que decidió armar su propio ejército celestial, conformado por aliados a quienes había convencido de luchar por libertad y justicia, obteniendo su independencia y en un futuro tras su victoria ser considerados como diferentes dioses y creadores de vida.

Y fue a si que una lucha campal se vivió al inicio de los siglos, arcángeles , angeles y querubines lucharon unos contra otros para defender sus diferentes ideales. Muchos de esos seres de largas y hermosas alas dejaron de existir tras el cofrontamiento despiadado y duro, la tristeza y la furia se sentía en el paraíso y el mismo dios empezaba a tomar partido en aquella lucha al ver a sus más bellos angeles caer y siendo destrozados por sus mismos hermanos. Pero el fin llegó,  el arcángel Miguel y Gabriel unieron fuerzas y con sus dos doradas y ardientes espadas  derrotaron y desterraron a Estrella de la mañana de aquellas tierras benditas.

Dios a partir de aquel acto tan cruel y egoísta por parte de su ángel más bello, Lucifer lo lanzo a los abrasadores infiernos. Cayendo a una velocidad inigualable hacía su destino Lucifer juro siempre venganza contra su creador y prometiendo corromper a la criatura que más se semejaba a dios en la tierra, el hombre.

Desde entonces se ha dado paso a una lucha interminable entre el bien y el mal. Poderosos aliados pertenecientes a los dos bandos existentes son encargados de dar balance al mundo, en algunas ocasiones resulta triunfador el equipo rojo aunque los ángeles son una raza de guerreros que con dificultad se dan por vencidos. Los ángeles y demonios son seres sin un cuerpo propio, al ser seres espirituales carecen de una imagen física propia, hay diferentes tipos de seres y explicar en esta ocasión cada uno seria complejo y no daría pie al comienzo de esta historia de amor.

Todo comenzó en un día gris en Londres, dos seres se encontraban en una rencilla a causa de una fuerte disputa entre un arcángel y un demonio poderoso, la tranquilidad de una suave y cálida tarde en la ciudad fue interrumpida, y el cielo de un momento a otro se ha tornado gris, una densa neblina del sitio se empezaba desenvolverse.
Se veían por las calles y parques a niñoa tratando de escapar de una pronta tormenta, mientras que adultos sacaban sus paraguas de sus bolsillos para estar prevenidos por una posible lluvia. En aquella ciudad tan fría era algo normal ese cambio repentino, pero lo que ningun humano se imaginaba  es que se debía al enfrentamiento un ángel blanco y un demonio oscuro, la lucha se llevaba a cabo en lo más alto del cielo, cada choque entre la espada dorada del angel y el tridente rojo del demonio  producían grandes truenos como si se tratase de una tormenta.

Ariel era uno de los más feroces ángeles de la corte celestial, casi siempre trabajaba en conjunto con el ángel Rafael para contra atacar el mal pero en esta ocasión se encontraba luchando uno a uno contra uno de sus mayores adversarios por siglos Dialu, quien era un demonio encantador y devastador en la tierra, con su presencia ocasionaba disputas a su paso, este infernal ejemplar demuestra siempre su fascinación por ser espectador en lugares de encuentros sexuales invitando al ser humano a siempre  sacar sus más oscuros deseos y así invitarlos a pecar cada vez más.

En aquel enfrentamiento se podría visualizar un Ariel fuerte y majestuoso, con cabellera larga y dorada, un cuerpo tremendamente musculoso protegido por una armadura en el pecho mientras que sus piernas solo estaban cubiertas por un faldón rosado similar a un traje de un gladiador. En el caso de Dialu era un ser sin cabellera alguna con piel tan oscura que parecía una deidad fuerte y poderosa, y unos bellos ojos miel, con solo un tapa rabos cubriendo su hombría y pulseras doradas que adornaban sus brazos las cuales le servían como escudos ante cualquier posible ataque angelical.

Más allá de lo visibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora