· 13 de diciembre de 2019.
Seokjin no estaba listo para ver a su familia, lo sabía, por eso sus padres y hermanos no fueron los primeros en aparecer en su lista de contactos, cuando de visitas se trataba. Sin embargo, las llamadas que crecían con el paso de los días desde la aparición de Cupido, y los insistentes recados de su padre en su buzón, tras no permitirle acceso a su departamento, le hizo ver que no había necesidad de aplazar lo inevitable.
Fue eso o, bien, el hecho de que Hoseok por poco le suplicó que cediera.
Y, en realidad, cuando Seokjin se paró frente a la puerta de la casa de su infancia esa tarde, esperó encontrar a unos padres enfadados, y hasta resentidos, por sus tantas negativas, sin embargo, mucho peor a lo que esperó, sólo fue cobijado por dos padres amorosos que lloraron y pidieron perdón, como si su temprana muerte fuera su responsabilidad.
El joven guardó silencio, dejándose abrazar. Desde su infancia supo el dolor y la culpa con la que cargaban aquellos adultos y, por más que intentara apaciguarla, no hubo remedio. Llegaría el día de su muerte, finalmente, y sus padres jamás podrían perdonarse a sí mismos. Como si darlo a luz y cuidarlo hubiera sido su pecado.
Su padre se alejó de repente, diciendo que necesitaba algo de aire. Su madre, secando sus lágrimas, intentó sonreírle mientras acariciaba su mejilla, intentando guardar sus facciones en las yemas de sus dedos. Seokjin, de reojo, vio a su hermana, una adolescente de 16 años, asomarse para verlo con timidez. Mientras tanto, su hermano más pequeño de apenas 8 años, parecía no comprender del todo la situación. Después de todo, no había necesidad de llenar de oscuridad una mente tan inocente.
―Hyung ―Llamó Seokwon, tirando del abrigo de su hermano mayor. ―¿Por qué mamá está llorando?
―Es porque ella me extrañaba mucho. ¿No estuve muy ocupado acaso? ―La mujer se dio la vuelta, secando sus lágrimas nuevamente, y Seokjin aprovechó de agacharse para tomar a su hermanito en brazos, sonriéndole con alegría. ―¿O qué? ¿El pequeño hombre de la casa no me extrañó?
―Cumpliré 9 años ―Recalcó, abriendo sus ojos exageradamente. ―Ya no soy tan pequeño
―¿Demasiado grande para extrañarme entonces?
―No, ¡yo siempre extraño a hyung! ―Aseguró, abrazándolo por el cuello mientras la sonrisa del mayor se apagaba. ―¿Te quedarás hoy? ¡Juguemos después de la cena!
―Me parece un buen plan
Seokjin volvió a dejar a su hermano menor en el suelo, quien rápidamente tomó la mano de su madre, diciéndole que se animara, porque Seokjin hyung finalmente estaba ahí. Este avanzó en silencio hasta su hermana, dejando a su madre recomponerse, y la abrazó dulcemente cuando la adolescente extendió los brazos hacia él. Jinsoul no tuvo que decir nada; él podía sentirlo en su tembloroso abrazo. Quizás su hermanita era lo suficientemente fuerte para aguantar sus lágrimas frente al más pequeño de la familia, pero entendía su corazón.
―Estoy bien ―Le susurró en un apretujado abrazo. ―Seokjin oppa vivió bien y los ama un montón, eso es lo único que necesitar recordar
Jinsoul sollozó contra su abrigo y Seokjin depositó un gentil beso en su frente, mirándola fijamente cuando se separaron. Regalándole una sonrisa llena de calidez, que la hizo apartar sus pequeñas y traicioneras lágrimas, tocó su nariz juguetonamente, prometiéndole que más tarde podrían hablar, para luego ir en busca de su padre, quien había escapado hacia el jardín.
Encontró al hombre fumando, como pocas veces en su vida. Antes de que la maldición lo eligiera, Seokjin jamás vio a su padre fumar, pero la nicotina pareció convertirse en su escape en los momentos más angustiantes de su vida. De pie, junto a él, comparó el tamaño de sus pies y luego el de su altura. El hombre quitó el cigarrillo de sus labios para mirarlo fijamente cuando lo escuchó reír en voz baja.
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Mundo fabricado [KSJ+MYG]
Fanfiction"Min Yoongi, vive una vida feliz a partir de esta noche." • Pareja: Seokjin x Yoongi [BTS] • Estado: finalizada. • Género: fantasía, romance, drama, angst • Mención: Taekook