Mundo fabricado [KSJ+MYG]

[13]

· 21 de diciembre de 2019.

―¿Sucedió algo entre Jungkook y tú?

Yoongi miró fijamente a Taehyung, quien había llegado hace un rato para visitarlo. Aparentemente, había sido difícil ignorar el ambiente tenso que se respiraba en ese lugar desde el día anterior. Jungkook no lo había dejado solo, por supuesto, pero tampoco le había dirigido la palabra, solo caminaba por la habitación de vez en cuando, tarareando canciones en voz bajita, para luego hundirse de regreso en su asiento y jugar con su celular. Min sabía que, aún con tal indiferencia, no podría deshacerse de él. Y le entristecía sentir que las cosas estaban mal entre ellos.

―Le pedí que me dejara solo en navidad ―confesó el mayor―. No se lo tomó bien

―Bueno, desde que se volvió tu amigo, es prácticamente tu sombra. No le pidas demasiado ―rió entredientes.

―Ser una sombra no es algo bueno, Taehyung. No hay sombra que proyectar si no existe un cuerpo. Mi cuerpo no será nada, dentro de poco

Taehyung borró su sonrisa, mirando fijamente al mayor. A pesar de que Yoongi se sentía mucho mejor, nada quitaba el cansancio y pesar de sus ojos. Las marcas de agujas en sus brazos, en tanto, eran un recordatorio permanente de cómo, día a día, se volvía más crítica su situación, por mucho que luchara.

Dentro de poco, ni ese chico, ni su primo, serían parte de ese mundo.

―Hey... ―Yoongi alcanzó su mano con esfuerzo, sacándolo de su aturdimiento―. Sal con él esta navidad, Taehyung. Es una noche para salir en pareja, así que deberían pasarla juntos

―Nosotros no somos parejas y Jungkook... no creo... realmente no creo que este año quiera tener una cita

―Déjame hablar con él

Taehyung tragó saliva con nerviosismo, girando hacia la puerta cuando la escuchó. Jungkook estaba de regreso, mirándolos con curiosidad ante su cercanía, y no demoró en dar un paso atrás, excusándose para marcharse; en realidad, él ya tenía planes para pasar el día con Seokjin. El menor apenas pudo decir algo cuando su amigo ya estaba pasando por su lado a toda velocidad, cerrando la puerta tras de él.

―¿Qué le has dicho? ―preguntó hacia el mayor, quien solo lo miraba―. ¿No lo estarás convenciendo de forzarme a salir de aquí, cierto?

―Ven aquí, Jungkook

Yoongi dio palmadas al hueco junto a él y, aunque Jungkook se mostró en un principio renuente, fue cosa de segundos para que se acomodara a su lado.

―Eso es, deja de hacerte el difícil ―Min habló con suavidad, tomando su mano―. Has sido mi mejor amigo por un largo tiempo, prácticamente mi hermano menor, así que deja que este hyung te enseñe un par de cosas antes de partir

―Hyung, no hables así ―pidió con la voz rota.

―Jungkook ―negó con la cabeza―. Te adoro. Agradezco todo lo que haces por mí. Desde que me diagnosticaron, no me has dejado solo nunca, pero no puedes dejar tu vida de lado por mí. Eres joven, estás sano y tienes personas que te aman, así que deseo que salgas allá afuera y vivas tu vida, y tomes la mano de aquellos que te la ofrecen, porque la gente puede cansarse de esperar por ti. Taehyung te quiere, y sé que tú lo quieres, pero si haces tu vida en función a mí, puede que él termine por irse ―Jungkook lo miró con lágrimas en los ojos, queriendo refutar―. Estás vivo ―le recordó―. Y mientras lo estés, debes hacerle saber al resto su valor. Jamás te des el lujo de perder el tiempo, porque puede que este acabe antes de que lo sepas

―Te quiero, hyung ―susurró apenas.

―También te quiero ―secó sus lágrimas con dulzura, sonriéndole―. Así que recuerda que hiciste todo lo que estuvo a tu alcance para hacerme feliz. Siempre serás el mejor amigo que alguien podría tener