Capítulo X

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—Me preguntaba si te gustaría ir a cenar conmigo—dijo Arata a través del teléfono mientras salía del refugio luego de la sesión de fotos que habíamos tomado.

—¿Ahora?

—Sí, puedo pasar por ti—respondió del otro lado.

Por mucho que pensara decirle que no, me encontraba hambrienta y distraerme de mis ocupaciones no me vendría mal. Llevaba días dedicándole mi tiempo entero al trabajo y necesitaba hablar de otra cosa con alguien.

—Hay un restaurante de sushi, ¿te gusta el sushi? —le pregunté y él soltó una risa demasiado sexy para mi gusto del otro lado.

—Me encanta—respondió—. ¿Paso a tu casa?

—No estoy en casa, podemos vernos ahí—dije y caminé en dirección de mi auto—. Me muero de hambre.

—¿Llamo para hacer una reservación?

—No es necesario, mi hermano es dueño del lugar y enviaré nuestros nombres al encargado.

—Bien, entonces dime el nombre y llegaré ahí—me aseguró.

Imaginarme lo que pediría solo ocasionó que mi barriga gruñera y luego de enviarle la dirección, me puse en marcha al primer restaurante en el que Nicholas decidió invertir.

No solo era mi favorito, sino también el de Chris, lo que usualmente traía recuerdos que se sentían dolorosos, aunque nunca pudimos ir a una cita real y comer sushi como una pareja normal.

Tras veinte minutos de camino por fin llegué y al entrar lo primero que vi fue a Arata en una mesa con el celular entre sus manos.

—Hola—me saludó de forma alegre y le correspondí al abrazo que me dio.

—Hola, ¿cómo estás?

—Bien, este lugar es asombroso—dijo y nuestros ojos viajaron alrededor del restaurante. Parecía una jungla adentro y la música le daba un toque tranquilo y relajado con la iluminación que daba un ambiente tenue.

—Lo es.

—Siéntate, por favor—me pidió, ayudándome con mi silla.

—¿Qué tal te ha ido?

—Mejor, he salido con algunos amigos de la universidad y he podido conocer más lugares también—me contó con una linda sonrisa en su rostro.

Agradecía que dejara la actitud de galán de lado y se mostrara más relajado porque así me daba oportunidad de relajarme a mí también.

—Me alegro.

—¿Cómo va el trabajo para ti? —preguntó con interés.

—Va bien, pronto tendremos un cliente y será la primera vez que yo pueda mostrar trabajos míos para ver si me elijen para ser parte del equipo de arquitectos—le expliqué y me escuchó atento.

—¿No formarás parte del proyecto de mi papá? —preguntó y sacudí la cabeza.

—No.

—¿Por qué? Puedo hablar con él si quieres y decirle...

—No es buena idea—lo corté rápidamente—. No creo que nuestra amistad vaya a tomarse de buena manera y que tú hables con tu papá no sería justo para quienes obtuvieron ese trabajo, Arata.

—Tú lo mereces.

—No, no lo merezco y no lo harás o dejaremos de hablar—le dije firme y él se enderezó en su lugar.

—Lo lamento, yo solo creí que podrías trabajar en el proyecto con mi papá.

—No, no sería bueno para esta amistad que recién nació—dije y él asintió con el ceño fruncido.

Spring love (RESUBIENDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora