Porque la adolescencia trae consigo miles de problemas.
Por suerte para Izuku siempre había alguien detrás de él, ya sea la bondadosa Uraraka, el explosivo Katsuki, la misteriosa figura de Tomura o los bicolores ojos de Todoroki.
𝔸𝕝𝕖𝕣𝕥𝕒:
•De...
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Era domingo y algunos ya comenzaban a llegar a las instalaciones, como Bakugou y Momo.
-¿Que tal tu fin Bakugou?- pregunta la azabache siendo cortes, pero como era de esperarse del blondo, el no dice nada.
-Quítate plástico.
Momo frunce su ceño, Bakugou cada ves era más irrespetuoso.
Ahora sus caminos se dividían y cada uno iba a sus cuartos en pasillos diferentes.
Midoriya iba saliendo de su pieza con una gasa en la nariz, y un hielo en su pómulo.
Katsuki frunció el ceño, ¿entrenó?.
-Deku de mierda, ¿qué te paso?- pregunta el rubio mientras pica una de las mejillas inflamadas del pecoso.
-Me intentaron asaltar Kacchan.
Sonríe y nuevamente aquella calidez invade su pecho al ver que Bakugou muestra un poco de importancia hacia su persona.
-Como sea, muévete idiota- continúa su camino y el pecoso sonríe, después de todo Kacchan nunca dejaría de ser Kacchan.
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Mientras los días pasaban, Midoriya había pasado su primer enfrentamiento contra la realidad del trabajo de un héroe.
Y aunque lo había superado de una buena manera, el no olvidaba el hecho de que los héroes no tomaban desiciones como un héroe.
Pero bueno, todo estaba bien.
Ahora se encontraba cuestionándose lo que era. El era consciente de que se sentía bastante cómodo hablando con una persona de su mismo sexo, como Todoroki, Kaminari, Kacchan...
Pero también se sentía bien hablando con Uraraka, Tsuyu incluso con Mina.
Entonces ¿eso significaba que el era bisexual? Dicen que esa preferencia está siempre presente, desde tu niñez algo te dice que disfrutas más cierta compañía que la del otro sexo.
Pero el disfrutaba ambas.
¿Eso era malo?
El descubrimiento de una sexualidad es duro, más que nada por el hecho de cómo reaccionen tus padres o amigos cercanos.
