Porque la adolescencia trae consigo miles de problemas.
Por suerte para Izuku siempre había alguien detrás de él, ya sea la bondadosa Uraraka, el explosivo Katsuki, la misteriosa figura de Tomura o los bicolores ojos de Todoroki.
𝔸𝕝𝕖𝕣𝕥𝕒:
•De...
Aizawa habla con Izuku acerca de su preocupación al verlo más tiempo en la academia que en su casa, preguntándole si su ladre está enterada de lo que está pasando.
Midoriya descubre el ser bisexual y se lo comenta a Denki y el se da cuenta que esta sintiendo cosas por el pecoso que no había sentido en mucho tiempo por alguien más.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de aquella charla con su profesor Midoriya había decidido ir con su mamá.
Sonrió cuando no vió a su padre.
Ahora se encontraba hablando con su madre, la cual le preguntaba el porqué de los golpes en su rostro.
Aveces el quería confiar en Inko, decirle que había momentos donde su pobre estómago no aguantaba la comida producto de burlas y comentarios hirientes hacia su persona en dado momento, que aveces cosas muy jodidamente pequeñas podían provocarle un gran daño, que se había dado cuenta cual era su preferencia, incluso que se topó con el líder de la liga de villanos y temió por su integridad pero la euforia fue más que término por tener una pelea que no sabe si ganó o perdió.
Pero al final solo escucha a su mamá mientras se siente arrepentido por evitarla. El no sabe como es que algunas personas podían permanecer tanto tiempo molestos con sus padres, el ama a su mamá y quiere a su papá, y es que aunque sabe que las cosas con su padre no están muy bien con su madre no es así, ella intenta apoyarle y las decisiones que toma siempre son para protegerlo.
El la ama, pero hay cosas que uno como padre no entendería.
Minimizan el dolor de un teenager, como si ser adolescente fuera algo bastante fácil, cuando en realidad amas, odias, te duelen algunas cosas -si no es que varias-, tienes experiencias de todo el tipo -o al menos el-, te vuelves loco, regalas y te regalan sonrisas, caes, y esas mismas experiencias y caídas te dejan enseñanzas, tienes necesidades, te vuelves idiota, celas personas y tienes momentos felices y tristes.
Dios, eso es una montaña rusa que muchas veces los adultos -accidental o a propósito- minimizan al comparar con sus problemas.
Y tienen razón. Sus problemas son más fuertes, demandantes, duros y excesivos que los nuestros, pero eso no debe de hacerlos más pequeños.
Todos tienen problemas hechos a su medida y edad.
-Solo... por favor, Izuku-kun. No vuelvas a irte tanto tiempo, me preocupas- dice mientras lo abraza.
El asiente y la abraza.
-Por cierto, ¿Como ha estado Katsuki-kun? ¿Todavía se hablan?-
