Capítulo 3

246 27 2
                                    

Habían límites que muchas personas no sobrepasaban cuando sabían quien era yo. Pero en las últimas horas una pequeña cosa ruidosa llamada Sarang ha estado probando mi paciencia. Su boca no se callaba desde que se sentó en ese sofá.

-Vecin...digo, Harry.- volví a mirarla por millonésima vez -llevo dos horas sentada aquí, enserio tengo que irme.- dijo rápidamente. La ignoré estaba en un asunto importante ahora. No se cuantos minutos pasaron pero esta se colocó de pie mientras dejaba en vaso de agua en la mesita en frente de ella -juro no decir nada acerca de tu burd... tu antro extraño, por favor.-

-Sarang, odio a las personas que hablan demasiado y tu en estas últimas dos horas no has cerrado la boca ni un minuto.-

-Pues perdón señor seriedad, pero yo tengo que irme a casa, tengo cosas importantes que hacer.-

-¿Exactamente qué haces a las tres y media de la madrugada?- pregunté haciéndome la burla al verla tan a la defensiva.

-No es tu asunto.-

-No trates de hacerte la ruda que no te queda.- seguí molestándola.

Ella de por si era pequeña y parecía un pequeño conejo a punto de lanzarse encima mío para golpearme con sus patas. Ni siquiera se por que la estoy comparando con un animal pero si, eso es lo que parece.

-Ya cállate.-

-Tu eres la que está hablando hasta por los codos.-

-¡Porque quiero irme a casa!- dio un golpe con su pie al suelo y arrugó su nariz un par de veces.

¿Ven? Parece un conejo, un odioso y malcriado conejo.

-¡Bien, te acompaño hasta tu auto!- me coloqué de pie.

-No necesito que me escoltes, gracias.- tomó su bolso ignorándome mientras caminaba hacia la puerta.

Puse los ojos en blanco y la seguí, después de esto no estaba de humor para que esta se perdiera dentro del edificio, porque parece demasiado distraída y capaz de hacerlo. Es más, es divertido ver cómo esta se encoge en su lugar y me mira con el ceño fruncido "enojada", pero por favor era gracioso. Creo que a este paso la estaba irritando y eso era bueno ya que quería asegurarme de que dejara de molestarme de ahora en adelante.

-Este es mi auto.- nos detuvimos -ahora déjame sola.- la miré mal mientras esta caminaba hacia su auto -Adios.- no tardó mucho en irse.

Suspiré colocando ambas de mis manos en los bolsillos delanteros de mis pantalones mientras caminaba nuevamente hacia el edificio. Pensé nuevamente en la estupidez que hice hoy. Apuesto a que ella no piensa dejar el tema de Paradise a un lado, es Sarang la odiosa de quien hablamos. Cuando entré nuevamente a lo lejos Chlóe me miraba curiosa y se que es lo que sucede.

Por ahora solo quiero evadirla, no estoy dispuesto a escuchar preguntas estupidas. Antes de que esta fuera capaz de acercarse a mi yo ya estaba en el ascensor en camino hacia mi oficina en donde debía terminar todo el trabajo que tenía. Mientras leía a veces me dedicaba a mirar a mi alrededor a medida que acomodaba mis lentes en el puente de mi nariz. A lo lejos pude ver las cosas que utilicé para limpiar las rodillas de la odiosa de Sarang, y también estaba el vaso a medio llenar de agua que esta había tenido de un lado al otro por dos horas.

Cuando termine lo que tenía que hacer me coloqué de pie y fui directo a tomar todo lo que utilicé que estaba manchado de sangre ajena y lo boté a la basura.

-Que torpe.- susurré refiriéndome a ella.

-No lo puedo creer.- Chlóe entró a mi oficina -¿que hacia ella aquí?-

Forelsket;; h.s ||2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora