1 mes después.
Punto de vista de Samantha.
Las clases empezaban en cuatro días, nuevo curso, nuevas aventuras y quien sabe si nuevos momentos para recordar. El anterior curso me trajo momentos inolvidables y espero que este no se quede atrás.
Lxs chicxs y yo habíamos quedado para poder aprovechar al máximo los últimos momentos de nuestro verano para poner el broche de oro al verano.
Cuando llegue a nuestro sitio especial, vi algo que no me gustaba para nada; caras desencajadas y todos sentados mirando a la única persona que estaba de pie, Alex.
—¿Qué sucede? — pregunté y todos volvieron la vista hacia mí, algo no andaba bien. Alex me miró con sus ojos cristalizados.
— Lo siento. — salió corriendo sin decir nada más, ¿sentía el que?. Yo me giré a ver a mis amigos y Gia se levantó se puso enfrente mía.
— ¿Qué es lo que ha pasado?.
— Alex echó una solicitud a escondidas en la universidad de Los Ángeles. — No, ya me temía lo que vendría. — y le han aceptado, pasado mañana se va. — Sentí mis ojos aguarse mientras miraba la cara destrozada de mi mejor amiga y algo dentro de mi se sentía culpable de que Alex se fuera.
— ¿me culpas a mi? — ella suspiró.
— Se va por ti, y por la mierda de situación que estáis pasando.
— No puedes culparme de que tu hermano decida irse a Los Ángeles.
— Cundo tú decidiste irte a Sevilla le culpé a él.
— Gia la culpa de que tu hermano y yo estemos como estamos es suya.
— No siempre hay un solo culpable.
— ¡Gia, me engañó! — refunfuñe — ¡tú lo viste la noche de la fiesta en casa de Jae con Nicole!
— ¡Y nunca le dejaste que te explicara!, Ni siquiera le diste la oportunidad de que te explicara lo que sucedió aquella noche antes de que entráramos. — Gia tenía razón siempre me encerré que Alex era un mentiroso y nunca dejé que me explicara lo que sucedió. — Hace meses iba a perder a mi mejor amiga, pero ahora se trata de mi hermano.
— No creo que sea el momento de buscar culpables — Habla Nick entre nosotras. — Es el momento de planear despedir a Alex como se merece, como lo hicimos con Nicole y como lo hicimos contigo Sam.
— Está bien. Planeen, tengo que hacer algo. — Me marché de allí lo más rápido que pude regresando a casa, al llegar lancé mi bolso al sofá y comencé a destrozar todo. — ¿POR QUÉ ALEX? ¡TENÍAS QUE IRTE! ¡TENÍAS QUE RENDIRTE POR MI! ¡YO TE QUIERO MIERDA!
Suspiré y me senté en el sofá, abatida y destrozada, solo quería que sonara el timbre de casa y que fuera ALEX, para poder decirle todo lo que siento y dejar que explique lo que sucedió. Tal y como mi mente quería el timbre sonó, pero no era quien esperaba.
—¿De nuevo lloras? — su acento colombiano me abrazó como cada vez que me hablaba, era tan tierno y tan amable que era imposible creer que este hombre fuera real.
— He discutido con Gia. — Daniel pasó al interior de casa, sentándose en el sofá para darme su apoyo.
— Ven cariño. — intentó besarme pero me alejé, no puedo.
— No Dani, tenemos que hablar. — Él asiente. — eres una persona maravillosa y no puedo estar más agradecida a la vida de que te haya puesto en mi camino, pero no puedo estar contigo si sigo enamorada de Alex.
— Te engañó.
— Lo sé, pero hasta ese momento él me hizo la persona más feliz del universo cómo hacía tiempo no lo era, de alguna forma u otra él siempre me ha hecho feliz.
— Y también llorar.
— Fueron más Las veces que me hizo feliz. — Dani suspira y me abraza, él me comprende yo lo sé y aunque no está de acuerdo sé que lo acepta.
— ¿Por qué discutiste con Gia? — Este chico es genial ahora como buen amigo se preocupa.
— Pues Alex se va pasado a L.A y la culpable soy yo. — me llevo las manos a la cabeza. — Y la verdad no sé Qué va a ser de mí si se va, no quiero que lo haga, pero por otro lado sería lo mejor ¿verdad?.
— Si te hace feliz, no lo dejes escapar nunca, no renuncies a él, cualquier cosa que te acelere el corazón vale la pena.
ESTÁS LEYENDO
El Que Se Enamora Pierde [EN EDICIÓN]
Teen Fiction«Ten cuidado con jugar con el fuego, porque te puedes quemar o enamorar, y si te enamoras... ¡Pierdes!» Samantha era una chica que aparentemente estaba sola, lo único que le quedaban eran sus abuelos. En su penúltimo año de universidad el chico de...