Capitulo 1

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Punto de Vista de Samantha.

Era un día cualquiera, o eso parecía. Mi alarma sonaba a las 7 de la mañana para ir a la universidad, por fin era viernes. Aparté las sábanas blancas de mi cama y muy a mi pesar salí de ella. Me mire al espejo vi lo horrible que soy y me puse medianamente decente, bajé a la cocina desayuné algo rápido y me fui en el coche.

Me llamo Samantha, tengo dieciocho años y nací en Sevilla, España. A la edad de cinco años me mudé a Miami con mis abuelos debido a que mis padres murieron en un accidente de tráfico del cual solo yo sobreviví, eso me destruyó. A los dieciséis años comencé a vivir sola, pues mis abuelos son ya muy mayores para cuidar de mi, solo permito que me mantengan mientras termino la universidad. En el amor me va de pena, pero tampoco me interesa que me vaya bien, soy una chica de ojos marrones, con el pelo marrón con tonos rubios y delgada, odio mi cuerpo, nunca lo veré lo suficientemente en forma como para amarlo.

Mi móvil se ilumina con mil mensajes de Gia, Gianna, mi mejor amiga, una chica rubia de estatura media de la cual a penas llegué a Miami y la conocí, se convirtió en mi mejor amiga.

Llegué al campus, y estacioné mi coche en el primer aparcamiento que encontré, cogí mis libros y mi bolsa y salí de él hacia el edificio por el cuál me torturan durante más de seis horas, todo sea por sacarme mi carrera y depender de mí misma.

Al entrar lo primero que vi fue el quinteto de subnormales a los cuales considero mejores amigos. Les digo así porque no hacen nada normal, están locos.

Nicholas Sampson, un estadounidense de diecinueve Años que ha repetido curso solo para poder terminar la universidad con su novia Gisela, la que es una de mis mejores amigas. Y sin comprender cómo, también es mi mejor amigo, Nick daría la vida por mí y por cualquiera de nosotros, es de las mejores personas que me haya podido encontrar por el mundo.

Jairo Méndez, un mexicano que trae locas a todas las chicas de la universidad pero solo tiene ojos para una chica en concreto, su novia. Tiene una hermana llamada Lara que también es una de mis mejores amigas. Jairo es ese tipo de persona que te gustaría abrazar y no soltar nunca, sobretodo porque siempre que lo necesites va a estar ahí para ti.

Jason Camacho, el hombre más sexy del mundo es amigo mío y lo digo con orgullo, de diecinueve años que repitió curso por tener una hija aunque no fuera con su novia. Su hija es una niña preciosa, solo fue una noche de pasión en una fiesta, pero para Jason es toda su vida.

Pablo Henderson, estadounidense de dieciocho años el cual se la pasa haciendo bromas con Nicholas  cuando no está intercambiado microbios con su novia Clare.

Y por último Alexandro Morgan, de dieciocho años de ojos verdes y lo más importante el hermano  de mi mejor amiga aunque no se parecen en nada. Es ese chico que te quita el aliento con tan solo una mirada, como diría Gia, un moja bragas en toda regla.

—¿llegará el día en que dejéis de ser subnormales? —dije, rodando mis ojos, era señal de que me daba vergüenza ser amiga de ellos. Estaban gritando como focas retrasadas de vete tú a saber qué.

—Alguien se levantó con el pie izquierdo —cuchicheó Pablo a Nick.

—Pues como todos los días —dijo Nick, acercándose a mi poniendo su brazo alrededor de mi hombro.

— Nicholas, me voy para no partirte la cara —le eché una sonrisa falsa, después me solté de su abrazo y me fijé en el chico que está sentado en el banco de ojos verdes que se muerde el labio inferior mientras me mira, trago saliva y me voy hacia mi casillero.

Lo que dije, un moja bragas. Es así con todas, pero especialmente conmigo había algo que le hacía tener una fijación o algo extraño, me da escalofríos y lo peor es que me gusta.

El Que Se Enamora Pierde [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora