CAPITULO 6

33 10 10
                                    

Desde su partida, la nostalgia es más notoria, aveces no como, igual nadie se da cuenta, lo veo como algo bueno para mi, tal vez así logre bajar un poco de peso.

Ha pasado ya casi un año de aquello, de alguna forma deje de pensar tan tristemente, dejé de preocuparme por mi aspecto, no lo cambié, pero ya no quiero hacerlo, solté el pasado por fin, estoy vivindo mi presente, no es la vida feliz, y perfecta que uno sueña cuando sale del agujero, pero ninguna vida lo es, siempre va a estar llena de baches, obstáculos que pasar, subidas y bajadas y eso lo aprendí, sigo viviendo de la misma forma de antes,y me alejé de lo que amo, escribir.

Sé lo que estas pensando "¿qué fue lo que pasó"? "¿qué te hizo cambiar?", bueno, antes de salir, creo que toque fondo con respecto al como me veía y el como creía que me veía la gente, como dije, deje de escribir, deje de leer por gusto, deje de esforzarme, simplemente me di por vencida antes de siquiera intentarlo de verdad, las cosas por las que me esforzaba y me interesaban dejaron de importarme, sin embargo fingía que todo iba bien, nadie se enteró, pase por ello yo sola, y mas que nada pord decisión propia, me gusta la soledad, pensar, y hacer las cosas por mi cuenta, lo mismo hice con esto, pasó mucho tiempo pero lo logré. Ese ya no es el mayor problema, la cosa es, sigo sin vivir de forma feliz.

¿Qué es lo que pasa conmigo? ¿por qué no logro ser feliz?, solté el pasado, la importancia que le daba se fue, ya no existe, es sorprendente la forma en que me miro ahora mismo, y la forma en la que lo hacia hace un año.

Pasó muchísimo tiempo, y pasaron muchas cosas, primeramente, como dije, toqué fondo, deje de comer como lo hacía, una sola comida al día, y no por  querer bajar de peso, la ansiedad y la tristeza fueron partícipes de ello, mi ansiedad fue creciendo, dolores de cabeza hasta 3 veces al dia todos los días, la boca del estómago dolía, náuseas con cada bocado, y el acaboze, un mareo que me hizo caer y llegar al borde del desespero, con ello, decidí ir al doctor general, desde aquel día, fui mejorando progresivamente en cuanto a salud; para entonces, ya no pensaba en mi aspecto, ya no importaba lo que la gente pensaba, solté mi pasado sin darme cuenta, me aleje de todo y todos, y aprendí y ahora comprendo, que la soledad es mi mejor amiga. Eso no quiere decir que este emocionalmente bien, claro que no, estoy en éste caso, empeorando, voy en caída libre, mis luchas son otras, el estrés me invade, la ansiedad crece, los problemas que me molestaban ya no son los mismos, ahora creo tener los mismos problemas que una persona de 40/50 años.

Para éste punto, lo único que he podido hacer es llorar, aún no llego al punto de hacerlo en público, lo hago mientras me baño, cuando miro el espejo, ese reflejo pálido de ojeras y mejillas rosas no parece ser el mío, cuando lo veo, las lágrimas ruedan, una tras otra hasta que me sorprendo en el punto de casi jadear por quedarme sin aliento, me siento un momento, no quiero verme, no puedo hacerlo, creo una burbuja en dónde me pierdo del tiempo y el lugar en el que estoy, solo puedo llorar, no recuerdo del todo esos episodios, son borrosos y confusos, solo puedo recordar el decir no puedo en voz casi inaudible... "no puedo, no puedo, no puedo, ya no puedo más, estoy cansada, por favor, sólo quiero un abrazo". Éste es mi estado ahora, lo sé no parece que haya mejorado, pero por alguna razón, me siento mejor que antes.

Después ir al doctor general, mi estado mejoró, porque ya comía bien de nuevo, mi madre se alegró mucho, porque ella creía y sigue creyendo que mi estado anímico es por  la mala alimentación. Nunca le dije lo que sentía, el cómo me miraba, el doctor no lo detectó porque he sabido ocultarlo toda mi vida, pero una parte de mi, en ese momento quería que él viera algo, que fuera él quién insinuara llevarme con un especialista, que dijera que mi salud se debía a mi mente tan débil que no podía soportar tantas cosas, no fue así, y eso también en parte me alegró. Sé que no está mal pedir ayuda, claro que no lo está, no hay nada de qué avergonzarse, no hay nada de malo querer ser escuchado y ayudado, y no me Avergüenza, de ser así, no estaría aquí contando todo esto, sin embargo, no quiero hacerlo, algo en mi me lo impide, en mi cabeza aún hay una voz que me dice "lo que sientes es una cosa de nada en comparación a lo que pasó tu madre cundo era niña, a lo  sigue pasando, no es nada comparado con otro niños que han sufrido abusos, no es nada en comparación con las miles de millones De personas en el mundo, tu puedes controlarte", al fin y al cabo, como dice mi madre, no puedes dejar que te controle; lo dijo una vez que salimos de noche a caminar, yo me comía las uñas, como de costumbre, y mi madre me miraba mientras platicábamos
-¿porqué siempre estás mordiendote las uñas? - me dijo disgustada
-tengo ansiedad- deje de morderme las uñas apenada
-no inventes- dijo enojada- no puedes decir algo así, eso no es cierto, no puedes dejar que te controle, no es posible que sea mas fuerte que tú.
Estoy en desacuerdo en muchas maneras en las que piensa ella, sobre muchísimos temas, sin embargo, nunca la contradigo, así que sólo asentí y cambié el tema, volví a morderme las uñas, hasta que sangraron.

la chica perfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora