La Gota Del Amor (Cherik)

Capitulo 2

Weschester, Inglaterra.

A muchos kilómetros de distancia donde la tragedia ya había pasado a la vida del duque alemán, estaba ahora tocando la de un lord inglés. El cual estaba en su habitación tocando con delicadeza la reciente carta que le había llegado hace apenas unos minutos, su amiga francesa le decía con suma primicia en sus palabras escrita que habían logrado recuperar otro reino de los ingleses y que debía estar en París en pocas semanas, además de que la fuera a visitar en cuanto pudiera.
- Charles, padre quiere verte.- Dijo una rubia de ojos marrones color café y vestido de color blanco y gris.
- ¿ Será que en su lecho de muerte por fin acepta sus errores?- Dijo en murmullo el castaño mientras doblaba la carta y la incineraba en la chimenea más cercana.
-No aspires a grandes sueños, querido hermano.- La rubia se acercó mientras colocaba una mano en el hombro del mayor.
-El necesita darte una noticia la cual no me corresponde darte.- Continuó mientras veía como Charles le daba un casto beso al dorso de su mano y una sonrisa tan cálida como los días de primavera.
El lord y futuro heredero de Westchester se encontraba ahora caminando por los largos pasillos del palacio con algo de prisa y siendo cortés al saludar a sus ayudantes y sirvientes, los cuales respondían el saludo añadiendo una semi formal reverencia.
- Padre he llegado.- Dijo Charles mientras atravesaba la puerta de su progenitor y observaba como lo estaban acompañando dos sirvientes, un padre y un doctor.
Charles les pidió amablemente que los dejaran sólo y se sentó en la una silla que estaba cerca de la cama donde yacía su padre.
- Charles...- Dijo con delirio.
-Aquí estoy padre.- Agarró la mano del pobre hombre que ya ni tenia fuerza para levantar un dedo.
- A pesar de todos mis intentos por conseguirte una mujer que cumpla con tus estándares, simplemente preferiste a la hija de un carnicero común...- Charles estaba entrando en enojo y sus labios estaban fuertemente apretados entre si para no reprender contra su padre.
- ¿Y que salió de ese fallido amor? Un niño que ni siquiera sabe su verdadero origen.- Algo de tos lo interrumpió dejándolo botar algo de sangre por la boca, haciendo que Charles la limpie velozmente con un pañuelo que estaba cerca.
- Raven no es como tú, ella si abraza el destino que se le tiene preparado.- El padre agarró una gran bocanada de aire, hasta hablar le costaba trabajo.
-Hace un mes, cuando todavía podía regir, conocí a la prometida de Jason Stryker, la duquesa Magda Lehnsherr de Génova.- Otra bocanada de aire.
- Ella me habló de su hermano, el duque, y que este esta soltero... Charles, él vendrá apenas yo muera y será el futuro esposo de tu hermana.- ¿ Acaso era una broma? Su hermana acaba de ser vendida como ganado por su propio padre.
-Padre...- Lord Brian lo interrumpió.
-Sin peros niño, ya acordé con la duquesa y apenas yo muera su hermano vendrá, tu futuro sobrino dirigirá éstas tierra y las que tenemos en Francia.- Charles solo pudo apretar un poco se fuerza la mano de su padre y salir hecho una furia de aquella habitación, buscando a su hermana.
- ¿Aceptaste?- Dijo apenas la encontró en el jardín, observando unas rosas blancas.
- Es eso o el coronel Stryker y su familia tendrán nuestras tierras.- Dijo sin más, con un aire de tristeza.
- ¿Y que hay de tus deseos Raven? ¿Arrojaras el amor por la borda?- Una risa sin una pizca de gracia salieron de los labios de la rubia.
- Tu y yo sabemos que no existe amor en estos tiempos de guerra, solo nos queda sobrevivir.-
-Por favor Raven... Reconsidera tus opciones.-
-Ya lo hice Charles.- Dijo mientras le daba un corto beso en la mejilla de su hermano y se devolvía a la mansión.

Esa misma noche el lord de Westchester había fallecido de una bronquitis severa, el cuervo no tardó en salir del castillo para emprender un vuelo hacia Génova, donde fue recibido y entregado a la duquesa. La cual al leer la carta una sonrisa le adornaba la cara, con cierto aire de supremacía fue hasta el cuarto de su hermano y entró sin tocar la puerta.
-Lord Xavier murió.- Dijo apenas entró y cerró la puerta detrás de ella.
- Magda me parece descarado ir en estos momentos donde una familia sufre tal pérdida.- Dijo el duque sentado en su cama dejando el libro que estaba leyendo en su mesita de noche.
-Con más razón, así te ganas el corazón de la indefensa lady Xavier.-
-Magda...-
- Mira Magnus... - Dijo mientras se sentaba en un costado de la cama de su hermano, viéndolo con cierto cinismo mientras sonreía.
- La gente esta comenzando a hablar de que su líder es un estéril, pero ambos sabemos que no es así, ¿cierto?.- Ahora su sonrisa se agrandaba más al ver el ceño fruncido de su hermano.
-Sólo debes dar un niño a la familia y después podrás seguirte follando a los maricas que quieras.- Ahora se levantó y se dirigió a la puerta, no sin antes volver a ver su hermano y cambiando su cara a una de enojo.
-Así que voy a ordenar que empaquen tus cosas y te vayas mañana ¡Y ya deja de ser tan caprichoso y llorón!.- Cerró la puerta con tal fuerza que el candelabro de la habitación se movió de un lado a otro con delicadeza.
Magnus solo pudo acostarse y tapar un grito gracias a una de las almohadas. ¿Desde cuando él tenia que obedecer a aquella golfa que llevaba su misma sangre? ¡El era el duque y dirigente de Génova!. Fue cuando el amargo recuerdo, de haber sido interrumpido por su hermana mientras estaba follandose a aquel prostituto en un callejón a altas horas de la noche, lo invadió. Si bien sabia que su padre aborrecía esas conductas, al igual que su hermana, nunca pensó que esta lo chanteajara para obtener lo que quiere, incluyendo a sus sobrinos.
Magnus desde pequeño se crió viendo como su padre ahorcaba a aquellas parejas que según él eran "practicantes del pecado", por eso a la edad de 16 años cuando descubrió cierta atracción por el hijo del panadero fue sollozando con su madre y le dijo que el diablo se había apoderado de él, a lo cual ella le respondió:" El diablo no te hace amar, hijo mio, el te hace odiar. Amar es una bendición, no importa quien sea el que tu ames". Por eso cuando murió su madre, él no se permitió abrir su corazón hasta saber que era lo quería, por lo que se limitaba a frecuentar tabernas fuera de Génova y pagar por un poco de placer en la compañía de un hombre. Aceptaba el hecho que estar con una mujer íntimamente le daba cierto asco, por eso no se preocupó en tener que buscar esposa, para eso estaban sus sobrinos, ¿no? Pues parece que ahora deberá viajar cientos de kilómetros solo para casarse con mujer que no quería. Ahora una duda le inundaba la cabeza ¿Acaso lady Xavier no tiene o tenia un hermano mayor?