Joder.
La mano dónde le había pegado el puñetazo a Scott la tenía roja y levemente hinchada.
Saqué de la nevera de mi casa una bolsa con hielo y me la coloqué ahí.
Mi mamá ingresó unos minutos después y me miró raro la mano.
—¿Qué te pasó ahí?—inquirió.
Se acercó a mí y cogió mi mano, quitó la bolsita de hielo y al notar lo rojo e hinchado, pegó un chillido que me aturdió.
—¡Elle dios mío! ¿Qué te hiciste?
—Nada mamá, me caí y amortigüe la caída con la mano—mentí.
Escuché la puerta principal abrirse y cerrarse. Seguramente era mi padre.
Y no venía sólo.
Venía con Scott.
Y mi mamá al darse cuenta de la venda en su nariz, voltea nuevamente a mi mano y entre cierra sus ojos.
—Castigada. Por una semana.
Carajo.
¡Cuéntenme! ¿Les va gustando? ¿Qué les parece?
¡Besos!
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Elle no me da su número
Teen FictionElle ingresaba a su último año de Instituto con su mejor amiga Fernanda. La vida carismática, aburrida y sin color de Elle se ve infringida por el nuevo chico de intercambio; el primo de su amiga. Sin saber que, éste es muy fastidioso y la molesta p...