Me senté a la orilla de la pequeña piscina que había. No tenía ganas de volver adentro; así que me quedé aquí, junto a mi mala suerte ya que ella nunca se iba de mi lado.
Me quité las zapatillas y introduje mis pies al agua, meneando mis piernas arriba a abajo.
Bueno, al menos aquí afuera era tranquilidad.
O eso creía hasta que llegó alguien a sentarse a mi lado.
—¿Por qué esa cara?—era Scott.
Arrugué mi rostro y miré al cielo, caso lloriqueo.
Dios, ¿por qué a mí? ¿Por quééééé?
Lloro internamente.
Aparte que se lleva a mi gran fuckboy tiene la dicha de venir aquí.
—¿Sabes algo, Scott?
—No, no sé. ¿Qué?
—Jódete.
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Elle no me da su número
Teen FictionElle ingresaba a su último año de Instituto con su mejor amiga Fernanda. La vida carismática, aburrida y sin color de Elle se ve infringida por el nuevo chico de intercambio; el primo de su amiga. Sin saber que, éste es muy fastidioso y la molesta p...