—¡Elle!—reprendió mi madre y rodé mis ojos—. Irás con Scott, si no quieres, vete a tu habitación.
La rabia que tenía acumulada quería estallar. Cerré mis ojos y conté hasta diez. Quería pegarle un grito a mi madre por no entender que no soportaba la presencia de Scott. Y quería propinarle una cachetada al imbécil que me sonríe socarrón.
—Adiós—dije. Tomé de la camisa a Scott y lo jalé a rastras fuera de mi casa.
Su auto estaba al frente estacionado y me subí al Toyota a regañadientes.
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Elle no me da su número
Roman pour AdolescentsElle ingresaba a su último año de Instituto con su mejor amiga Fernanda. La vida carismática, aburrida y sin color de Elle se ve infringida por el nuevo chico de intercambio; el primo de su amiga. Sin saber que, éste es muy fastidioso y la molesta p...