Hilo Rojo / SabitoxLectora

~Cap. 09~

Capítulo nueve: Dulce Despedida.

"...Yo...debo volver con _____. Le prometí que volvería a casa..."

Narras tú

Desperte con energía, pues finalmente los chicos vuelven hoy. Ayer cumplían los siete días en la prueba, y con el viaje de retorno es normal que se demoren un poco.

Por lo que, aproveche todo ese tiempo de sobra y comencé mi día buscando algunos materiales para esperarlos con mucha comida fresca, deben estar hambrientos después de la gran prueba.

- Urokodaki, ire al bosque por frutas-dije mientras tomaba un abrigo, la mañana está muy fría, el sol parece que no saldra hoy.

— Ve con cuidado -respondió él desde la chimenea, el mayor se encargaba de encender unos palos viejos para calentar la cabaña.

Salí del hogar con una sonrisa infantil en mi rostro, extrañamente tuve una buena noche, he estado tan ansiosa por el regreso de los demás que estos últimos días han pasado demasiado rápido. Además, mi tobillo está mucho mejor y he podido practicar más a gusto.

Camine al bosque mientras recordaba en donde había visto unas fresas, quizás sean las últimas de la temporada y esten un poco pasadas, pero de igual forma podrían servirme para lo que quiero preparar.

El aire frío calaba en mis pulmones cada vez que respiraba, sentía mi nariz ponerse un poco roja por lo mismo. Mis manos blancas dolían especialmente en los nudillos, pero la felicidad por volver a ver a Sabito hacía que todo eso valiera la pena.

Sí es por volverlo a ver, puedo soportar cualquier cosa.

- Aquí estan-dije feliz al ver las heladas frutas en su lugar, estuve un buen rato tratando de sacar solo las mejores.
Vi unas moras un poco más allá, asi que partí rápido antes de que un animal llegase a por ellas.

- A Sabito le gustan mucho las moras-dije mientras tomaba las pequeñas bolitas moradas con mis dedos, imagine su sonrisa torpe al ver todo lo que he juntado para él.

Me dedique a sacar todas las que pude, todo mi entorno pasó a segundo plano por la delicidad que desbordaba en ese momento.

- ______.

Levanté la mirada inmediato, mi cuerpo reaccionó a su llamado.

¿Ya llegaron? Pero, es muy temprano aún.

- ______.

Volvió a llamar, su voz jugaba dulcemente con el viento mientras me índicaba el camino que debía seguir.

Solté las moras que había agarrado, me puse de pie despacio y doblé mi cuerpo hacía el camino que se habría ante mí.

Mi respiración comenzaba a acelerarse, su llamado se sentía cada vez más cercano. Ya no podía esperar más, debo ver a Sabito, necesito abrazarlo y volver a ver su sonrisa.

No me di cuenta que tal camino me llevaría hasta la roca sagrada, la gran roca cortada en dos se encontraba frente a mí.

Una densa neblina se había adueñado del lugar, aquello me sorprendió un poco.

- ¿Sabito?-llamé mientras me acercaba a la gran roca, busqué con la mirada su presencia, pues debe de estar cerca, sentí su voz venir desde este lugar.