Capítulo Dieciocho: Ausencia.
Entre a la casa y los primeros en recibirme fueron las miradas curiosas de mis padres.
— ¿Todo bien?—preguntó papá con una sonrisa de medio lado y una ceja alzada.
— ¿Todo bien con tu expresión?—ataque de vuelta.
Mamá rió por mi comentario.
— ¿Aquel muchacho es el vecino?—preguntó ella con una amplia sonrisa, asentí en respuesta—. Se ve que es un buen muchacho, será bueno para ti tener un amigo cerca.
Asentí nuevamente, no entendía la graciosa mirada de papá sobre mí mientras mamá hablaba.
— Podríamos invitarlo a comer—añadió ella.
Mi rostro se puso rosado por su propuesta, pero no tanto como el de papá.
— Mamá, creo que sería muy pronto—reí nerviosa—. No te precipites.
El cuerpo de papá dejó salir un suspiro largo, su rostro incluso se ve más relajado.
— Y, tú—añadí dirigiendome a él—. No sé qué ideas te estás pasando, así que no lo pienses tanto.
Dicho aquello, caminé hacia el living ignorando las palabras orgullas de mi padre por haber sido tan seca en relación a Sabito.
Así, pasó el resto del día con normalidad. Llegada la noche, al igual que la vez anterior fui ayudada para subir hasta mi habitación.
"Será por esta semana, lo prometo" repetía papá una y otra vez mientras me cargaba entre sus brazos.
Sí hay algo que no quiero, es convertirme en una carga para ellos.
— Que descanses—murmuraron ambos para luego salir de mi cuarto y dejarme a solas.
Observé la ventana de reojo y noté que la cortina estaba un poco corrida en un costado, por lo que me acerqué a ella para cerrarla y disponerme a dormir.
Al menos, eso planeaba hasta que al correr la cortina choqué con la mirada de Sabito que se encontraba apoyado en la ventana de su habitación.
Él levantó una mano saludando acompañado de una amplia y brillante sonrisa. Nuestras casas no estan tan lejos, por lo que no era imposible escucharle.
— Hola vecina—su voz alegre fue como un aire cálido de primavera.
— Hola Sabito—respondí un poco nerviosa, me sentí algo torpe por eso.
— ¿Tan tarde y tomando este aire frío?
— Pensaba cerrar la cortina, y luego irme a la cama.
— ¡Te estoy molestando! ¡lo siento!—chilló con sus mejillas sonrojadas, no pude evitar reír por su comentario.
— No es eso—dije antes de que se marchara— Me agrada hablar contigo.
Sonreí.
— Digo, no me malinterpretes. Pero ha pasado tiempo desde la última vez que hablé con alguien que no fuese familiar o médico—añadí nerviosa entre sonrisas inquietas.
Sin embargo, él me observaba en silencio y con el rostro concentrado. Sentir sus ojos tan fijos me inquietaba aún más.
— Hay algo que...
No terminó de completar su frase, pues alguien llamaba a por él desde el interior de casa.
— ¡Ya voy!—respondió, luego volvió a verme y sonrió apenado—. Debo irme, vecina. Fue un placer tener esta fría y congelada conversación.
![](https://img.wattpad.com/cover/218251867-288-k515442.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Hilo Rojo / SabitoxLectora
Fiksi PenggemarNuestra rayis será una más de los tantos niños que el mayor; Urokodaki, ha estado entrenando. Creció junto al grupo de Sabito, Makomo y Giyuu, por lo que formó una linda amistad con ellos tres. El tiempo comenzó a pasar, y al igual que las estacione...