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-¡Hacedme lo que queráis a mí pero no a él! -gritó Wooyoung tratando de parar los golpes de Yoongi hacia Hoseok.
-Cállate, niñato.-le contestó Namjoon empujándolo contra la pared.
-Me estoy empezando a cabrear...—dijo San sentado en el suelo apoyando su espalda sobre la pared.
-Yoongi-hyung... Creo que debería de parar, lo puede matar si sigue.-dijo Jungkook el menor del grupo.
-Como si muere, no creo que nadie le haga caso a la muerte de un "Don Nadie".-contestó Yoongi.
-Igualmente deberíamos parar.-comenzó a decir Taehyung.
Los pasos de alguien aproximándose hacia ellos hizo a Yoongi entrar en razón.
-De esta os habéis librado, pero como se lo digáis a alguien juro que deseareis no haber nacido.-hablo Yoongi.
El grupo de cuatro chicos se alejó corriendo del lugar.
-¡Oh, dios! ¿Estáis bien? -dijo un hombre.
-Por favor, ayúdenos.-dijo Wooyoung.-Mi amigo, se está desangrando.
La nariz y labio de Hoseok sangraba, su cara y cuerpo estaba llenos de moretones.
El hombre se acercó con velocidad hacia el cuerpo de Hoseok. Acercó su cabeza a su pecho para comprobar que seguía entre nosotros.
-Su corazón late.
Pero.
Un chico miraba la situación.
Estaba celoso, MUY celoso.
Aquel chico sonriente le había quitado algo suyo. Wooyoung era de San y no estaba en sus planes compartirlo.
Su sangre hervía y estaba a punto de echar fuego por la boca. Sus ojos estaban rojos y sus ojos cada vez más dilatados
Se acercó a Hoseok lentamente, con la penetrante mirada de Wooyoung sobre él.
-¿Qué haces San?
San lo miró con desagrado, mientras seguía caminando, Una vez que estuvo cerca del cuerpo, lo miró, lo analizó y carcajeó con fuerzas.
-Ni se te ocurra, San.
Le sopló.
Wooyoung soltó un desgarrador grito desde su garganta.
Me di cuenta que no podía hacer nada. Tenía una maldición, no podía hacer nada. Solo rezar y quedarme solo.
El hombre había llamado la policía y a los padres de Wooyoung. Tras una hora, se encontraban ambas familias en la sala de espera del hospital.
-Lamentó comunicarles que Hoseok ha tenido varias fracturas y golpes en el corazón provocando que sus costillas se partan y ataquen a los pulmones. Ha fallecido.-dijo el doctor.- Ha sido muy extraño, al principio estaba bien y después... Miren, lo siento mucho.
Los padres de Hoseok rompieron en llanto. Wooyoung tan solo pensaba que era morirse, cuál era la sensación. Se preguntaba si todo sería mejor si dejase de existir; si lo hacía, nadie sufriría, no habrían más muertes.
Una mujer de avanzada edad se sentó al lado de Wooyoung.
-Hola, soy la abuela de Hoseok.—habló la mujer.-San ha dejado la habitación muy...Mal. Debes de tener cuidado.
-Disculpe, ¿cómo sabe quien es San? ¿Lo ve?—dijo Wooyoung impresionado.
-Soy médium, ese chiquillo lleva cerca de tu familia bastante años. Si tan solo tu madre hubiese sido más inteligente...
Wooyoung quedó impresionado.
—¿A qué se refiere con que ha dejado mal la habitación?
—Mírala por ti mismo. —dijo la mujer sonriendo.
La mujer se levantó de su asiento, dirigiéndose hacia la familia de su difunto amigo.
Con suavidad se levantó y a breves pasos se dirigió hacia el lugar.
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