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Después de cinco años, pude salir de aquel lugar. Salí con diez años de edad y la persona que entró y la que salió, eran muy distintas.
-Por fin fuera.-dijo San.
Wooyoung pasó de él y se encaminó al coche donde sus padres le esperaban, llorando de la alegría al ver a su pequeño. Pero Wooyoung había cambiado, todos los gritos que había escuchado. Todas las inyecciones, habitaciones. Todo había influido en él.
-Hola, cariño. -dijo la Seonie, con una sonrisa.
-Hola, mamá.-dijo el niño serio.
-Venga , campeón, vamos al coche.
Me fui del psiquiátrico, porque pensaban que San se había ido, pero el seguía junto a mí y estaba muy enfadado.
Los demás días transcurrieron con normalidad, estuve jugando y viendo películas.Hasta qué.Llego el día, el primer día de colegio.Los comentarios de los niños.
¡Hola loco!
¿Ese es el del psiquiátrico?
No quiero que mis hijos se junten con ese loco de ahí.
Seguramente no sepa ni contar.
Lloré y lloré. Pero yo no podía hacer nada, sólo callarme y bajar la cabeza.
Todos los días eran una rutina. Las patadas golpeando su cuerpo. Los gritos de Wooyoung, reclamando que parasen, qué le dejase tranquilo.
Pero nadie, repito, nadie, acudía a sus gritos.
Solo lo observaban, grababan o incluso pasaban.
¿Qué puede hacer para no sufrir?
Nada, no podía hacer nada. San iba a estar con él y no podría vivir con tranquilidad.
Pero un día, todo fue distinto.
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Las horas pasaban muy lentas para Wooyoung.
Pero él quería que pasaran así.
Ya que a la salida, el mismo grupo de niños que insultaba y pegaba le iba a esperar a la salida.
-Hola... - habló una voz a su lado.
Era una chico, de rasgos felices y una sonrisa contagiosa, era amplia y adornaba su cara de una manera muy bonita.
-Hola...
-He visto que estabas solo, soy nuevo, llámame Hoseok.-sonrió el joven.-Aunque la gente de mi otro colegio me llamaban J-Hope o Hobi.
En ese momento, Wooyoung se dio cuenta de que no estaba solo, de que tendría compañía, un amigo, alguien con quien hablar.
-Wooyoung, pero si gustas me puedes llamar Woo, nunca nadie me había llamado así, pero me gustaría que fueses el primero. Y antes de que preguntes, nunca he tenido amigos, he vivido en un psiquiátrico en los últimos cinco años.
Nuestro protagonista, al ver a su nuevo amigo se dio cuenta de que estaba llorando.
-¿Qué te pasa? -preguntó el asustado.
-¡Qué historia más aterradora y hermosa! No puedo evitar el llorar. -dijo sonándose los mocos con un pañuelo.
Wooyoung no pudo evitar echar una risa. Se sentía feliz junto él.
Se sentía cómo el antiguo.
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