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[Mew]

— Sigo teniendo sed, iré por otro poco de agua. — Habló Dome mientras se levantaba y salía con cuidado de la cueva, perdiéndose de nuestra vista debido a la oscuridad. Ohm al ver como se iba, dejó escapar un suspiro pesado.

— Espero que los chicos estén bien... Qué hayan encontrado un lugar dónde resguardarse ya es de noche y... — Dijo, más en ese momento se vio interrumpido por la brusca manera que Dome había vuelto, respirando rápidamente y su cara mostraba completo horror.

— Tenemos que largarnos de aquí, si no, en cualquier momento nos descubren y nos matan. — Habló de forma desesperada, a la vez que todos nós levantabamos rápidamente del suelo, tomando las armas, a la vez que Pavel se encargaba de meter la botellas de agua purificada en la mochila y Katsamonnat de apagar la fogata con el agua que habíamos ocupado para limpiarnos la sangre seca. Al estar "preparados" salimos con sigilo de la cueva, llendo yo al frente junto con Dome, vigilando qué no estuvieran aquellos hombres alrededor.

—¿Por dónde los viste? ¿Cuantos eran? — Le pregunté, al no ver a nadie por ningún lado.

— Eran dos, y estaban caminando por allá — Respondió mientras señalaba con la mirada a lo lejos.

Fruncí los labios para seguido comenzar a caminar entre el arroyo tocando tierra rápidamente debido a la poca anchura del arroyo, comenzando a movernos entre la vegetación, al ser de noche me limitaba mucho mi vista, sin embargo tratábamos de caminar sin hacer el mayor ruido posible. Llegamos al lugar donde había señalado Dome, y al parecer aquellos hombres habían subido aún más colina arriba al ver las escaleras frente a nosotros.

—¿Pero qué rayos? ¿¡Qué tan altas están estas malditas montañas como para que solo hayan escaleras!? — Exclamó molesto Ohm, aunque bueno, igual esos son mis pensamientos en estos momentos.

Sin embargo, nadie respondió. Solamente me limité a tragar saliva y tomar el arco para prepararlo con una flecha, tensandolo en cualquier momento. —Hay que seguir avanzando. — Ordené, dando así el primer paso.

Lentamente, en forma de sigilo comenzamos a subir las escaleras, apegandonos al mural que se encontraba del lado derecho. Cada vez esté se hacía más pequeño, por ende tuvimos que agacharno para no ser vistos hasta que logramos escuchar la voz de uno de los sujetos, deteniendome de golpe, en conjunto de los chicos.

— Tengo noticias de la playa oeste. — Dijo aquella voz, dando la clara señal de detrás de este muro se encontraba más de uno. — Tal parece que han rastreado a un pequeño grupo y tal parece que se encuentran en el bosque de abajo. — De nueva cuenta volvió hablar. — Los andan cazando.

"Gulf..." Fue lo primero que se me vino a la mente, él junto con los demás chicos se encontraban allí, tenían que ser ellos, y no iba a permitir que le hicieran daño a ninguno. Estaba comenzando a enojarme, por lo que me acerqué un poco más al borde del muro, asomandome levemente, viendo como aquel sujeto se encontraba platicando con otro ambos de perfil, muy dificilmente podrían vermos.

Los observé con atención, ambos se encontraban armados.

— Pues igual y han mandado a los cazadores, ¿No? — Por fin, la voz del segundo hombre se dejó escuchar.

— No, ha ido el padre Mahiro, él ha dicho que no vayamos.

—¿Qué? ¿Por qué?

—No lo sé, igual y ha de ser otro chico para el ritual, esta vez todos son varones.

Aquellas fueron las últimas palabras del sujeto, puesto que de la nada una flecha le atravesó su garganta, matandolo al instante. Rápidamente volteé a ver quien de los chicos había sido y pude ver el rostro furioso de Ohm, listo para disparar una nueva flecha.

«Nobody leaves» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora