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Miré por encima del hombro de aquel individuo y vi a Ieyasu saliendo de un bosque cercano.
Hombre: "¿Hm? ¡Es--!"
Cuando el hombre vio a Ieyasu, se puso tenso y, por alguna razón, se cubrió rápidamente la cara con un pañuelo.
(¡No sé por qué leyasu está aquí, pero no me voy a quejar de ello!)
Hombre: "Nos vamos. Acércate deprisa."
El hombre me agarró la muñeca y me dio un tirón doloroso en el brazo.
MC: "¡Alto! ¡Suéltame!"
Hombre: "¡Deja de luchar!"
MC: "¡No!"
Tiré con todas mis fuerzas y me las arreglé para escapar de su agarre.
Desafortunadamente, eso me hizo perder el equilibrio y me resbalé en el barro.
Me caí al suelo, golpeándome el hombro dolorosamente.
MC: "Owww--"
Hombre: "¡Mujer insolente! ¡No dejaré que la concubina de Nobunaga se lleve lo mejor de mí!"
MC: "¿Concubina? ¡Cómo te atreves!"
Hombre: "Es inútil negarlo-- ¡no puedes engañarme!"
Lanzándome una mirada furiosa, el hombre levantó su espada sobre su cabeza.
(¡Oh, no! ¡Nunca te burles de alguien que te está apuntando con un arma, tonta!)
Traté de alejarme, pero el suelo estaba demasiado resbaloso por la lluvia y no podía levantarme lo suficientemente rápido.
Cerré los ojos y levanté las manos, esperando protegerme de alguna manera y--
El agudo golpeteo de metal sobre metal me hizo abrir los ojos de nuevo.
Ieyasu: "Creí haberte dicho que no la tocaras."
MC: "¿Ieyasu? ¡Gracias a Dios!"
Ieyasu se interpuso entre el hombre y yo.
Había usado su espada corta para bloquear la hoja del asesino.
(Me salvó por los pelos.)
Hombre: "¡Maldito seas!"
Sólo el brillo de sus ojos era visible a través de el pañuelo envuelto alrededor de su cabeza mientras se tambaleaba hacia atrás.
La fría lluvia comenzó a caer con más fuerza, dejándome temblando cuando miré a Ieyasu.
MC: "Gracias, leyasu. Pero, ¿por qué estás aquí?"
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Ikemen Sengoku EN ESPAÑOL 『Ruta Ieyasu』
Fanfiction"Haz lo que quieras, no tengo interés en debiluchos como tú." Un ambicioso guerrero que ha formado una alianza con Nobunaga. Es decidido y competitivo, y no tiene tiempo para nadie que considere débil. Detrás de su obstinada actitud se esconde un t...