Ikemen Sengoku EN ESPAÑOL 『Ruta Ieyasu』

13. Bonus Story Normal

En el momento en que entramos en mi habitación, Ieyasu se apresuró a cerrar la puerta y luego me rodeó con sus brazos.

(Mm, yo también estoy emocionada.)

Mi corazón se descontroló y una ola de calor me atravesó.

Ieyasu: "Por fin. Puedo tocarte."

(Suena tan desesperado.)

Su voz había perdido toda su habitual compostura mientras susurraba apresuradamente en mi oído.

.....

Ieyasu: "No puedo. Realmente eres demasiado".

Ieyasu: "No me voy a contener esta noche".

Ieyasu: "Y no quiero que tú tampoco lo hagas, MC."

.....

En cuanto esas palabras llegaron a mis oídos, un fuego se encendió dentro de mí.

MC: "Ieyasu, yo--"

Ieyasu: "¿Sí?"

(Mm--)

Me interrumpió con un beso que me hizo temblar de deseo.

MC: "Espera un segundo. Tengo que decirte algo. Mientras no estabas--"

Ieyasu: "¿Si?"

MC: "Ah--"

Cuando puso sus labios contra mi cuello, no pude contener un jadeo.

(Quiero decírselo, pero no quiero que se detenga. Esto es todo un enigma.)

Como si Ieyasu pudiera leer mi mente, habló en un tono divertido.

Ieyasu: "Sigue hablando, estoy escuchando. Aunque no voy a parar".

MC: "Mm, está bien."

Mientras las llamas de mi deseo se encendían, hice todo lo posible para concentrarme en lo que quería decir.

MC: "Mientras no estabas, decidí asegurarme de que tuvieras un lugar al que regresar".

MC: "Y cuando volviste, supe que quería seguir haciéndolo para siempre."

MC: "Quiero ser el hogar al que siempre puedas volver, Ieyasu."

Ieyasu: "Ya veo."

Asegurándose de responder para que supiera que estaba escuchando, Ieyasu me abrió el cuello del kimono.

Mi aliento era irregular, haciendo que mis pechos se elevaran cuando Ieyasu puso sus labios allí.

MC: "Ng--"

Mi piel se sentía tan sensible. El simple cosquilleo de su aliento era casi demasiado para mí.

(Siento que podría derretirme.)

Aún besándome, leyasu bajó al suelo.

Me puso sobre su regazo, estaba de frente a él.

MC: "Ah-- Ieyasu--"

Mi kimono se fue haciendo más desarreglado a medida que los labios y dedos de Ieyasu se burlaban de mi tierna carne.

Ieyasu: "En el momento en que te vi salir corriendo por la puerta del castillo hoy--"

MC: "Mm--"

Ieyasu: "Fue el momento en que finalmente sentí que había llegado a casa."

MC: "¿En serio?"

Recorriendo con sus dedos las curvas de mi cuerpo, Ieyasu continuó en voz baja.

Ieyasu: "Tú eres ahora el hogar al que anhelo volver."

(¿Realmente piensa en mí de esa manera? ¡Esto se siente demasiado bien para ser verdad!)

Mi corazón estaba tan lleno que no podía pronunciar palabra.

Ieyasu: "Quiero hacer todo y cualquier cosa que te complazca, MC."

Ieyasu: "Quiero compensar todo el tiempo que tuvimos que estar separados esta noche."

(Yo también, Ieyasu.)

Metió sus dedos en mi cabello, llevando mis labios hacia los suyos.

MC: "Sí--"

Nuestro beso pronto se volvió apasionado, y su lengua envió un estremecimiento a través de mí.

Nos tumbamos en el suelo, nuestros cuerpos se entrelazaron.

Ieyasu: "MC--"

La forma increíblemente gentil en que dijo mi nombre hizo que el dolor pulsante de esa necesidad surgiera dentro de mí.

Logramos quitarnos la ropa para que la piel pudiera tocar la piel, y me dejé caer en un mar de placer.

*

Ieyasu: "MC, ¿estás dormida?"

MC: "No, estoy despierta."

Me encontraba en mi futón, envuelta en los brazos de Ieyasu.

Estaba cómoda y agradablemente somnolienta, pero continuaba despierta.

Ieyasu: "Nunca imaginé que llegarías a ser tan importante para mí."

(Estoy igual de sorprendida, honestamente.)

Ieyasu: "Al principio pensé que estos sentimientos no eran más que una molestia."

Ieyasu: "Pero me equivoqué."

Las largas pestañas de Ieyasu revoloteaban soñolientas mientras me sonreía.

Ieyasu: "Ahora siento que puedo hacer cualquier cosa mientras estés conmigo, MC."

MC: "Me siento de la misma manera."

Tal vez no era más que una noción romántica, pero honestamente sentí que era verdad.

MC: "Podemos hacer cualquier cosa mientras estemos juntos."

(Por eso quiero quedarme con él.)

(Por siempre y para siempre.)

A salvo en los brazos del otro, la noche estaba libre de cualquier miedo.

Y nos alejamos juntos a la tierra de los sueños.

Próxima parte:

"¿Sabías que Lord Ieyasu regresará a su castillo de origen?"

Mitsunari fue el primero en darme la noticia y corrí a confrontar a Ieyasu al respecto.

"Tenías que ir y arruinar la sorpresa." Con un suspiro exasperado, Ieyasu me dio un beso.

"¡Será mejor que te quedes a mi lado el resto de mi vida!" Y así, comenzamos nuestra nueva y feliz vida en el castillo Sunpu.