𝐘𝐎𝐔𝐍𝐆𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 ━━ luke hemmings.

━monster among men.

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ERAN LAS 5 DE LA MADRUGADA, y Freya seguía despierta en su cama. Luke dormía tranquilamente a su lado, abrazando una almohada y roncando con suavidad. La actriz sabía que tenía que dormirse ya, porque a las 8 tenía que estar despierta para ir a una entrevista.

Esas horas de la noche, o casi de la mañana, eran las que hacían pensar a Freya. Normalmente, pensaba en cosas sin sentido, pero ese día, pensaba en su relación con Luke.

¿Era tan buena como todo el mundo decía?

¿Eran realmente la pareja perfecta?

Los dos habían acabado con los corazones rotos varias veces, pero siempre volvían a estar juntos. Hubo un punto de su relación en el que la rubia creía que era muy mala para Luke, algo así como una mala influencia.

Ella no quería volver a romper el corazón del chico, pero sus inseguridades y demonios del pasado la controlaban más de lo que ella quería.

－Soy tan mala para ti.－murmuró, acariciándole el pelo a Luke. Él se removió, pero permaneció dormido.

Freya realmente creía que era una mala influencia para el australiano. En ocasiones, se sentía como un monstruo horrible. Luke era una de las mejores personas que había sobre la Tierra, y ella no hacía más que destrozarlo.

－Lo siento, Lukey, de verdad.－susurró, para que no se despertara.－No volveré a romperte el corazón, no quiero ser un monstruo entre la gente.

La rubia se sentó en la cama para después salir de ella y dirigirse a la cocina de puntillas. Sabía que no era suficientemente buena para Luke.

Ella solía ser el motivo de sus peleas, la causa de todos los gritos que se decían el uno al otro.

Ella.

No Luke.

Llenó un vaso con agua y lo bebió, mirando por la ventana, mientras los Angeles seguía en silencio.

－¿Frey?

La voz del cantante sacó a la rubia de sus pensamientos. Volvió a la habitación, donde Luke estaba rascándose los ojos perezosamente. Estaba sentado con las piernas cruzadas.

－¿Dónde estabas? ¿Por qué lloras?

Freya se limpió las lágrimas que no sabía que estaban ahí

－No es nada, tenía sed.－respondió ella, metiéndose de nuevo entre las sábanas.

Luke no iba a rendirse tan fácilmente.－¿Qué pasa, nena? Sabes que puedes contármelo.

A esas alturas de la noche, el sol estaba a punto de salir, y Freya se cubrió con el edredón, para que su novio no viera las lágrimas correr por su rostro.

－Frey...

－No.

－¿No qué?－preguntó el chico, quitándole la sábana de la cara.

－Soy un monstruo.－murmuró la actriz.

Luke soltó una carcajada.－Eres literalmente la persona más bonita del universo.

－No, Luke, no soy ese tipo de monstruo.－dijo ella, sentándose en la cama.－Soy un monstruo emocional.

－Estoy bastante seguro de que eso no existe.

Freya bufó.－¡Soy horrible! ¡No hago más que romper tu corazón y tu vuelves! ¡Se supone que tendrías que odiarme! ¿Por qué no puedes odiarme, Luke? Todo sería más fácil, porque odio hacerte daño, ¿sabes?

－Ni en un millón de años podría odiarte, Freya Graves.

－Deja de ser tan adorable y comprensivo, se supone que soy un monstruo emocional.－se cruzó de brazos.－Vamos, ódiame.

－No voy a odiarte, Freya.－sonrió él.

－¿Ni siendo un monstruo?

－Deja de repetir que eres un monstruo, porque no es cierto.－le pidió el australiano.－Eres una persona maravillosa, y da igual cuantas veces me rompas el corazón, porque cuando me enamoré de ti, tú te quedaste con él. No vuelvas a decir nunca más en la vida que eres un monstruo, ¿vale? Eres genial.

Freya asintió repetidas veces y se acostó de nuevo. Luke besó su frente una vez más.

－Y ahora duérmete, ya casi sale el sol.

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Hola, y bienvenidos al capítulo más corto de la historia de este libro. Estaba 0 inspirada hoy, pero ha resultado salir esto, espero que os guste.

El domingo supongo que acabará esta historia, así que supongo que la otra semana empezaré Illuminate.

¡Espero que os haya gustado mucho, os adoro!

━artemis.