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-"Me habían dicho que uste era la muchacha más hermosa de Culiacán, y vaya que las fotos no le hacen justicia a su belleza, por fin puedo apreciarla completita, es uste toda una Reina, Mi reina

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-"Me habían dicho que uste era la muchacha más hermosa de Culiacán, y vaya que las fotos no le hacen justicia a su belleza, por fin puedo apreciarla completita, es uste toda una Reina, Mi reina." Sz.- releyó la nota haciendo que yo me pusiera roja y golpeara mi frente con la palma de mi mano
-Pinche Ivan te encanta el mitote.-le dije arrebatándole el papel
Pensé que lo había hecho en broma, pero al mirarlo me di cuenta que estaba serio, demasiado serio, tenía su mandíbula apretada y una vena en su cuello empezaba a querer saltarse.
Mire a Alfredo y él también estaba serio, Ovidio se había parado de golpe y detrás de él fueron sus dos hermanos, estaba realmente confundida.
Todos se veían molestos y no podía entender cual era el problema.
¿Quien era Sz? Y ¿Por qué se habían enojado tanto?
Voltee a ver a las plebes que estaban igual de confundidas que yo, entonces, mire a Cornelio quien nada más veía un punto fijo sobre mi hombro mientras que al igual que el Iván tenía su mandíbula demasiado apretada y en sus manos que estaban encima de la mesa podía verse como sus nudillos estaban blancos por la presión que ejercía.
-¿Puedes decirme que vergas está pasando?.-le pregunté parándome de la mesa, pero antes de poder exigir de nuevo escuché como quitaban el seguro de 3 armas.
Inmediatamente aleje la silla y me fui a donde estos vatos se habían ido
-¿DONDE VERGAS ESTA ESE PUTO MESERO?.-gritó Ovidio apuntando a la cabeza a otro señor medio gordito que traía una bandeja en sus manos.
-OVIDIO!.-le grite acercándome a donde estaba y quitándole la pistola de la mano.
-HABLA!.-gritó ahora Ivan
-N...n-no se de quien habla señor, no hay ningún mesero con esas características, puede revisar las listas del personal.-le explicó el señor con voz temblorosa.
-IVAN! CÁLMATE!.-le grite ahora al otro hermano yendo a donde estaba él y abrazándolo por la espalda para inmovilizarlo.
-Alfredo.-llame al hermano más calmado.-¿Puedes explicarme qué es todo esto? ¿Por qué están tan molestos?.-le pregunté con voz suplicante
No quería armar un show, aquí a media boda donde están las plebes más mitoteras de todo Culiacan.
-Por favor.-repetí mirándolo con ojos de cachorrito aún estando abrazada al Guzman mayor.
-Hablemos afuera, aquí hay mucha gente.-dijo Ovidio guardando de nuevo su pistola detrás de su espalda.
Solté lentamente a Iván quien agarró mi muñeca y me jalo hasta que salimos del salón improvisado.
Los tres se pusieron frente a mi pero ninguno hablaba.
-¿VAN A HABLAR O QUE?.- les grite, y entonces una quinta voz me interrumpió.
-Ya es hora que lo sepa.-dijo Cornelio atrás de mi
Me voltee y estaba con la bebé entre sus brazos.
Uf ese sería otro pedo que ya me veía venir, pero ahora esto me urgía más.
-¡¿QUE TENGO QUE SABER?!.-pregunté histérica agarrando de nuevo a mi niña
-Veras...

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