Capitulo extra II

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No soportaría saber que ella realmente es hija biológica de Aurelio y por eso querían matar a su madre

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No soportaría saber que ella realmente es hija biológica de Aurelio y por eso querían matar a su madre. No soportaría saber que su madre nunca quiso tenerla y Aurelio lucho por quedarse con ella.

26 de Julio 1994, Culiacán Sinaloa
Cinco noches habían pasado desde que Teresa recibió aquella llamada que cambiaria su vida, su novio, el Guero Dávila había muerto tal y como le había advertido en vida, sus palabras "si alguna vez suena este celular es que estoy muerto, entonces corre, corre mi prietita porque no voy a estar ahí para ayudarte y si llegas viva a algún lugar, échate un tequila en mi memoria, por los buenos ratos mi chula".

Y así lo hizo, corrió buscando un consuelo, un refugio, un lugar seguro donde pudiese sobrevivir, y lo encontró.
A tan solo unas horas de que recibió la llamada y tres intentos de asesinato tras sus espaldas se topó a quien elle creería que sería su salvador.
Aurelio Casillas
El mismísimo señor de los cielos o de los infiernos como lo podría llamar ahora, el le dio todo el apoyo que necesitaba, la acogió en su hogar y le dio protección hasta que pensara en una manera de huir de México.
Ximena por otro lado, la en ese entonces mujer de Aurelio no se encontraba muy contento con esta situación pues conocía perfecto a su pareja y tal y como lo llego a sospechar, la primera desgracia cayó tan solo unos cuantos días después.

8 de agosto 1994, Culiacán Sinaloa

El ambiente se sentía tenso sobre la gran mesa del comedor principal, Aurelio a la cabeza de la mesa se limitaba a comer en silencio, Chacorta a su mano derecha discutía en voz baja con su mujer Matilde y Ximena mujer de Aurelio solamente jugaba con la comida de su plato mientras veía a la mujer sentada a unos cuentos asientos lejos, luego estaba Heriberto, el primer hijo de Aurelio y Ximena y por último se encontraba la intrusa de ese hogar, Tereza Mendoza comía lentamente bajo la atenta mirada de aquella mujer quien parecía ya saber que algo andaba mal pues Tereza se veía nerviosa, su piel estaba tonos más pálida y sus manos temblaban sin control, solo era cuestión de que una pequeña cosa sucediera para confirmar sus sospechas y tan solo unos segundos bastaron para lograrlo pues de repente la peli castaña se retiró de la mesa corriendo hasta el baño más cercano donde comenzó a devolver lo poco que había consumido aquella tarde y fue ahí cuando realmente Ximena lo supo.
Una vez más, aquel hombre la había engañado en su propia casa, y como si no fuera eso suficiente, en poco tiempo habría una tercera boca que alimentar.

2 de Enero 1995, Culiacán Sinaloa
-QUE NO MUJER! No voy a dejar a Ximena o a mi familia por ti, jamás, yo a la que amo es a mi mujer y nomas a ella, entiéndalo!.- peleaba Aurelio

-Pero tu lo prometiste, me dijiste que no matara a La Niña y que podíamos ser felices, y aquí estamos, las dos.-tomo su mano a la fuerza y la puso sobre su vientre en el cual la pequeña bebé descansabas

-Me vale un comino lo que haya dicho, Ximena es y será siempre mi mujer, le guste o no le guste, y ya sáquese de aquí que tengo cosas que hacer.-y con un ligero empujón la saco de su despacho y cerro las puertas en su cara.

Por otro lado Ximena se encontraba pensativa mientras que Rogelio esperaba ansioso su respuesta, era un trabajo sencillo, que saliera y hacerlo ver como un trágico accidente, tal vez echarle la culpa a algún cárter contrario, o simplemente a algún conductor borracho que se pasó un semáforo en rojo.
Habían tantas opciones que simplemente no podía elegir, no sabía que elegir.


12 de abril 1995, Culiacán Sinaloa

-PUJEEE SEÑORA, YA PUEDO SENTIR LA CABEZA.-gritaba la partera quien estaba entre las piernas de aquella castaña quien se negaba a cooperar.
-NO QUIERO! NO QUIERO HACERLO, NO PUEDO!.- contestaba a los gritos furiosa y adolorida
-TIENE QUE HACERLO SEÑORA! LA NIÑA VA A AHOGARSE SI SIGUE ENREDÁNDOSE EL CORDÓN UMBILICAL.-respondía aquella señora ya desesperada por la situación
-NO ME IMPORTA! QUE SE MUERA DE UNA BUENA VEZ!.-escupió con coraje mientras gemía de dolor.
- SI NO QUIERE COOPERAR TENDRÉ QUE RAJARLE LA PANZA! USTE DECIDE PORQUE EL SEÑOR ME DIO LUZ VERDE DE HACER LO QUE FUERA NECESARIO CON TAL DE QUE LA NIÑA NACIERA Y NO DUDARE NI UN POCO EN AGARRAR EL CUCHILLO Y ABRIRLA, ¡USTE DECIDE!.-y con la amenaza de la anciana Tereza pujó con todas sus fuerzas hasta que un agudo llano resonó por toda la habitación.

La Niña estaba aquí

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