d o c e

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Sofía pov's

A Joaquín se le calleron un par de lágrimas.

—permiso— joaco retiró su servilleta de sus piernas y fue afuera.

—podes ver que le pasa?— me preguntó la mamá.

Asenti.

A pesar que él me acabó de hacer mierda, yo siempre voy a estar para él. Al fin y al cabo es mi amigo.

—que pasa?— llegué a donde el estaba sentando.

—no te vayas so, porfavor— me pidió.

—Vaya donde me vaya, te voy a apoyar y voy a estar para vos siempre que lo necesites— sonreí para el costado.

—por favor — susurró.

—es lo mejor para ambos, joaco. Quiero que rehagas tu vida, si querés estar con pibas podes estarlo sin depender si yo me voy a enojar o no. Si querés tener novia o lo que fuese— le acomodé el pelo.

—ya no quiero salir lastimada. Quizá en estos meses nos dimos cuenta que la podemos pasar bien juntos, pero que no estamos destinados a estar juntos—

—no te voy a lastimar más, te voy a cuidar en todo momento. Pero no te vayas, porfavor— se le calleron las lágrimas.

—te prometo que estar separados es lo mejor para los dos— lo abracé. —entremos— le pedí.

Entramos y habló mi papá.

—hija, no tenes el pasaporte al día y nosotros nos vamos en 5 horas— mamá me tocó el cachete y guardó el pasaporte.

Joaquín sonrió.

—mañana saco turno para renovarlo y voy a penas pueda— le sonreí.

—bueno hija, pero mientras tanto joa y vos tienen que ir a casa— me dio la mano.

—ma, yo me manejo sola y bien— suspiré enojada.

—ya sabemos sofi. Pero queremos que ambos se cuiden, si?. Hacelo por nosotros, amor— habló mi papá.

—bueno, está bien— lo miré a Joaquín.

Comimos y fueron todos a casa de mis papás, que ahí tenían sus valijas.

Joaquín los llevó con su auto.

Y yo los acompañé para despedirlos.

—los voy a extrañar mucho— abracé fuerte a la mamá y al papá de seven.

—viejitoss, penas termine los trámites voy— los abracé a ambos.

—por favor cuídense. Son lo más hermoso que tenemos— hicieron abrazo grupal.

Se fueron y nosotros empezamos a caminar para ir al auto.

Estaba re lejos y yo me estaba re cagando de frío porque traje manga corta.

—querés mi campera?— preguntó seven.

—no, gracias— hablé cortante.

Tuvimos que ir a buscar ropa a mi casa y después fuimos a la casa de seven.

—bajas?— me preguntó.

Estaba lloviendo y hacía mucho frio, así que preferí quedarme en el auto.

—no, anda tranquilo— sin querer tirite del frío.

—ponete mi campera so, te vas a enfermar— me dio nuevamente la campera.

—no, estoy bien así— mentira, me estaba re cagando de frío.

Fue a buscar algunas cosas y volvió.

—khea te da esto— me dio una bolsita re linda.

Tenia chocolatitos y una carta.

Leí la carta y me dio todo eso porque yo estaba mal y sabía que me encanta comer chocolates cuando lloro.

Le mandé un mensaje agradeciendole.

Llegamos a mi casa y yo no podía abrir la puerta.

—y?— preguntó Joaquín.

—no puedo abrir— contesté.

A todo esto Joaquín y yo estábamos empapados.

—se trabó— se empezó a desesperar.

Saque la llave y entramos por la puerta trasera.

Joaquín estaba más mojado que yo.

—anda a cambiarte, te vas a enfermar— le dije.

—bueno— fue arriba a cambiarse.

Yo me hice un café en la cápsula y me quedé viendo una serie en el sillón.

—donde duermo?— me preguntó.

—en la habitación de siempre— me levanté. —buenas noches— fui a dormir.

Me levanté tipo 3 de la tarde y Joaquín no estaba abajo.

Le toqué la puerta y estaba estornudando y con tos.

—upa, estás mal eh— me acerque y le toqué la cabeza.

—esperame— fui a buscar el termómetro.

Tenía 38 de fiebre, entonces le di algo para que tomé.

Estuve toda la tarde ayudándolo y llevándole la comida.

Tipo 19:29 tocaron la puerta.

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03/05/20

𝒂𝒎𝒂𝒓𝒏𝒐𝒔; 𝒔𝒆𝒗𝒆𝒏 𝒌𝒂𝒚𝒏𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora