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► Chapter Forty Five: I Love You

► Chapter Forty Five: I Love You

NOTA IMPORTANTE AL FINAL :)

Zayn POV: 

" Uh... ¿Qué-Qué haces aquí? " Pregunta ella confundida. Lleva sus jeans celestes, y una camiseta gris que se ciñe a su figura, con un par de converse negras. Sobre sus brazos una bolsa de papel marrón. Su cabello va liso, las pequeñas y finas gotas de lluvia mojándolo un poco. La lluvia es tan fina que parece apenas notable, de no ser porque cae tan rápido que moja de igual manera. 

" Uh, ¿Qué haces tú aquí? " Pregunto de vuelta en medio de mi ataque de desesperación.

" Es mi casa, Zayn " Responde ella obvia, rodando los ojos. 

" Cierto " Respondo de vuelta, golpeándome mentalmente. ¿Por qué soy tan tonto estando con ella? 

" ¿Qué haces aqui, Malik? " Dice ella algo frustrada. 

" Uh, ese humor. Preciosa, ¿estás en tus días? " 

 'Como sigas así, recibirás más cachetadas... ' >> 

" ¡¿Qué?! " Dice ella algo roja. Oh, joder. Le atine. Me sonrojo con ella y esto se vuelve incómodo. Ella mira a su casa y luego me mira, incómoda. " Vete, Zayn " Especula antes de dar la vuelta. 

" No, Camila, yo... " Tomo su brazo en medio de un ataque de desesperación y la bolsa marrón cae al suelo. El contenido - Que son muchas galletas, Nutella, y frutas, y esas cosas de mujeres - Cae al suelo, y ella lanza un grito ahogado. " Uhg, lo siento. Te ayudo " Digo torpemente mientras me agacho para recoger las cosas con ella. 

Recogemos las cosas muy rápidamente. Ella sujeta firme la bolsa cuando da la vuelta, dispuesta a marcharse. 

" Uh, Se te queda... " Ella da la vuelta, y yo apunto poco disimulado el paquete rosado junto a unas flores. Ella está roja, y juro que yo estoy peor. Digo, ¿A qué hombre -aparte de Harry- se la hace normal cuando hablamos de esas... cosas femeninas? 

Ella se inclina muy rápidamente y la toma antes de esconderla en la bolsa. Entonces ella mira muy incómoda hacia el piso, como yo. 

" Uh... Creo que... Debemos hablar " Murmuro incómodo. 

" No es el momento " Dice ella cortante, y asiento. 

" No, no lo es " Digo, y doy la vuelta. 

" ¿Dónde vas? " La escucho susurrar. 

" Quieres que me valla, que te deje sola. ¿No? " Supongo encogiéndome de hombros mientras miro hacia arriba cuando una luz blanca cruza por nosotros. A los pocos segundos el sonido le acompaña. Truenos y relámpagos. Lindo, ¿no? 

" No " Dice ella y doy la vuelta. 

" No, ¿Qué? " Pregunto confundido. Ella da la vuelta y camina hasta su casa. Se detiene en la puerta, cuando la abre, y me mira. 

" No quiero que te vallas " Dice ella tranquila. Y yo no me voy. 

Entramos a la casa. Acogedora y con ese tierno holor a duraznos. Huele con mucha carga a hogar. El gato blanco entra luego que yo comienzo a juntar la puerta. Sacudiéndose las pequeñas gotas de agua en la entrada, y corriendo tras su dueña. 

" Ya, tranquilo. " Dice ella dulce cuando toma al animal entre sus brazos. Adorable y dulce cuando besa su cabeza y lo arropa contra su camiseta. Lleva al gato dentro de la cocina. Desaparece en el transcurso que yo me quito la chaqueta y la dejo en el perchero. " Como en tu casa " Me había dicho antes de irse.