Segundas oportunidades

Destino

Despertó por el dolor, ardía y quemaba, y sabía muy bien la causa, "su alfa" estaba con alguien. Intento seguir durmiendo pero no pudo, pensó en escribirle a Sam pero ya era de madrugada y no quería molestarlo.

Se abrigo y salió al jardín, el cielo estaba estrellado, era un noche hermosa apesar del frío.

***

- Bien terminé- dijo la peliroja.

James se fue a mirar al espejo su nuevo corte de cabello- Esta muy corto, pero se ve bien.

-No quedó perfecto, pero por lo menos ya no tienes ese pelo largo de indegente.

-No parecía indigente.

-Lo que digas. Ahora que haré con esa barba.

-Ni se te ocurra, se va a quedar intacta, esta perfecta.

-ok, te llevaré a nuevo cuarto.

Ambos se pusieron en marcha.

-Oye hay alguien ahí.

Natasha miro en la dirección señalado- oh es él.

-¿Él?

-Lo conocí hace poco, una lástima su situación.

-¿Su situación? ¿Qué pasa con él?

-No puedo decir nada, es confidencial.

-Deberías decirle que entre.

-¿Estás preocupado por él?- dijo con una risa.

-No, pero hace frío y está afuera.

-Entoces ve a decirle que se entre.

James negó con la cabeza y continuaron caminando...

Llevaba un tiempo intentando dormir pero no podía, por alguna razón seguía pensando en el sujeto que estaba en el jardín. Se levantó decidido a ver si seguía en el patio, cuando iba a medio camino se detuvo- ¿Por qué demonios me importa? Ni siquiera lo conosco- dio media vuelta directo a su habitación.

-Maldición- se paso las manos por el pelo- Bien, solo veré si esta y me duermo, es todo- se encaminó a la cocina y preparó un café- Si no está me lo tomaré yo.

Él seguía ahí, se acercó decidido al rubio.

-Hace Frío, toma- le entregó el café- No te quedes mucho tiempo puedes enfermar- sin más el castaño se retiró dejando a un rubio intrigado.

-¿Te puedes enfermar? Enserio estoy cansado...

Mientras, el rubio seguía procesando lo que pasó.

-¿Quién era?- miró el café entre sus manos y se dispuso a beberlo, después de todo tenía un poco de frío. Apenas lo terminó se devolvió a su habitación.

Definitivamente a él le pasaban las cosas más raras.

***

- Y me quiere dejar sin herencia, ¿lo puedes creer?

-Me tengo que ir.

-Lo siento te aburrí con mi drama familiar.

-No, pero ya es tarde. Fue un placer.

-El placer fue mio.

-¿Esto nunca pasó?

-Aquí no ha pasado nada.

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Imaginemos que el pelo le quedo así.

Así me siento con lo que escribo.

Se que dije que iba actualizar tres veces por semana pero me inspiré con está historia.

Estoy escribiendo los capítulos escuchando chayanne.