Un final para dos

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Ya habían pasado un par de días desde que Steve había despertado por completo y había sosteniendo a su ya no tan pequeña cachorra por primera vez, su alfa miniatura dueña de su corazón.

Bucky había estado reuniendo el valor necesario para explicarle al rubio que ahora tenía su marca, que tenían un enlace, que él era su nuevo alfa.

Cuando fue a ver a Steve éste lo hecho diciendo que luego hablarían con calma, que lo único que le importaba ahora era la pequeña criatura que no quería soltar, su Sarah.

Pasaron un par de semanas para que el omega lo llamara.

Y ahora se encontraban ahí, a punto de entrar a la misma habitación de la que un día huyó.

-¿Y Sarah?- Preguntó al notar la ausencia de la cachorra.

-Está con Clint y Nat, pensé que sería mejor que habláramos solo los dos- El castaño asintió- Ahora dime todo lo que tengas para decir y luego hablaré yo.

James suspiró- Yo...- Titubeo un poco antes de encontrar las palabras- Perdón, se que no sirve porque no cambia nada de lo que hice, pero enserió me arrepiento de haber dejado, es algo que ni yo mismo me perdono y quizás nunca lo haré- Mientras hablaba se acercaba más al rubio- Fui un cobarde, si, pero tenía miedo de que salieras herido por mí, y mi más grande miedo se hizo realidad solo por mis desiciones , fui un idiota y entiendo que me odies, me desprecies y que no me quieras volver a verme en tú vida, pero tienes que saber una cosa y es que no me arrepiento de marcarte, y si tengo que vivir sabiendo que mi soul mate me odia, que así sea, mientras tú estés bien, lo demás me da igual- Una mueca se formó en la cara de James- Cuando te marque solo pensé en merecías dejar de sufrir, que tenías que estar con Sarah, se que nunca me vas a perdonar, pero lo que llevas en el cuello, es mi muestra de amor.

-¿Eso es todo lo que vas a decir?

-Hay algo más, te amo y no voy a cansar de decirtelo.

-Jamás me dijiste te amo.

-Si lo hice, muchas veces, solo que no lo recuerdas, lo dije muy tarde, cuando tú ya no podías escucharme.

-Bien, ahora es mi turno. Tengo tanto que decirte y gritarte, pero supongo no quiero desperciar tanto tiempo en ti- Miró a los ojos a James- Así que lo resumiré, porqué no pienso vivir con ésto en el pecho. El día que te fuiste me causaste un dolor tan grande, un vacío, que fue peor que todo lo que sentido en mi vida, terminé desvaneciendome en lágrimas mientras te llamaba, mi lobo no entendía que no volverías. Y luego me pasé días pensando como alguien que amas te puede hacer tanto daño, y encontré la respuesta, al amarte dejé que me dañaras, pero eso no va volver a pasar jamás.

El alfa se dirigió a la salida, entendido que con ésto el omega lo había echado de su vida.

-¿A dónde vas?, no huyas otra vez.

-Pensé que ya habías terminado.

-¿No crees que me debes algo?

-Yo diría que varias en realidad.

Steve fue hasta la puerta y cerró con seguro, luego se dio media vuelta  y fue hasta James, a quién sin avisó empujó haciéndolo caer bocabajo a la cama.

-Girate- Ordenó y el alfa obedeció- Sabes que yo soy libre de coger con el alfa que quiera, ya que no tengo pareja ¿cierto?

Para el castaño eso fue casi un puñal en su corazón, imaginarse a Steve con otro  se le hacía  horrible, pero sabía que no podía reclamar, así  que asintió para darle la razón al rubio.

-Pero tengo un pequeño problema.

-¿Cuál?

-Encontrar a otro alfa raro como tú, un alfa que esté dispuesto a que un omega lo haga suyo, así que dime algo ¿Me dejarás terminar lo que empezó aquel día?

-Puedes hacer lo que quieras conmigo, siempre seré tuyo Steve.

-¿Seguro,  lo que quiera?, Quizás te arrepentirás.

-Hazme lo quieras cachorro- Dijo con una sonrisa.

Steve se sentó en las caderas del alfa y luego se acercó al oído de este para susurra- No voy a coger contigo, grábate bien eso- Le dio una pequeña mordida- Pero voy hacerte el amor tantas veces que solo gemiras mi nombre y tu mente se nublara mientras te vas agobiando de placer, al mismo tiempo que poco a poco dejas de sentir las piernas.
Quiero escucharte lloriquear por más.

Con solo esas palabras el castaño sintió un tirón en la entrepierna, ansioso por que comenzará.

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