Realidad

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-Hijo tienes que despertar.

El rubio miró confundido a su madre- Pero si estoy despierto.

-Esto es un sueño.

-Claro que no, tienes que recordar que yo ya estoy muerta.

-Eso no es cierto.

-Tú tienes que despertar y yo tengo que irme- Sarah se desapareció frente de él.

Quizo gritar, pero su voz no salió, y de un momento a otro todo desapareció.

El rubio desperto sobresaltado. No sabía dónde estaba, lo primero que hizo  fue intentar levantarse, pero las intravenosas y cables conectados a su cuerpo se lo impidieron. Se los iba a arrancar pero lo detuvieron.

-Hey tranquilo, todo está bien -Dijo el rubio apartando las manos del rubio de los cables.

-¿Quién eres ?, ¿Por qué estoy aquí?

El olor de Steve dejaba en evidencia el estrés que tenía - Tienes que calmarte, voy a ir por Natasha.

-¿Natasha?- Al escuchar un nombre que conocía se calmó.

-Si voy a ir por ella, pero tienes que prometer no arrancarte los cables, es peligroso, ¿ok?- El rubio asintió lentamente.

Cuando estuvo más calmado varias cosas llegaron a su mente, lo primero fue su bebé. Tocó su abdomen para sentirlo.

-Sigues aquí- Dijo aliviado.

******

Ya se había acabado la cajetilla completa, y lo peor es que ni cuenta se había dado.

No sabía que hora era, mucho menos cuanto tiempo llevaba a fuera.

¿Que se supone que debía hacer?, ¿Quedarse o irse?, las dos cosas eran difíciles.

-Sigue vivo por mi, pero también soy un peligro para él, ¿que se supone que soy?, ¿que se supone que haga?

Irse iba a ser difícil, pero quedarse aún más, si Steve despertaba lo que menos iba a querer era verlo, lo iba a odiar, y lo peor era que el odio era justificado.

🖤🖤🖤🖤🖤

Hola, ¿Me extrañaron?

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