A tú lado

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Pasó todo el día junto al rubio. Le era tan extraño acariciar a alguien, estar tranquilo, se sentía tan bien pero a la vez tan mal, sentía que no tenía derecho a la felicidad que estaba sintiendo.

Una y otra vez preguntas en su cabeza lo atormentaban, ¿Alguien con tanta sangre en las manos debe ser feliz?, ¿Está bien que lo acaricie?, ¿Por qué ese omega me afecta?, ¿Me ama o solo no quiere morir solo?, ¿Por qué este omega termino aquí?, ¿Debería seguir o parar?

Pero para él esto no era nuevo, cuestionarse todo era cosa de cada día, pero siempre terminaba haciendo lo mismo, obedecer, no importaba la orden, simplemente la cumplía, para eso lo entrenaron, para ser un soldado y los soldados no piensan, no cuestiona, no se niegan, solo obedecen.

Ahora era todo diferente, él tenía el poder de elegir pero eso hasta cierto punto le asustaba. Y no lo pueden culpar, pasar de vivir en una jaula a un bosque no es fácil, pero es algo a lo que va a enfrentar, porque la libertad no es fácil de sobrellevar, es complicado.

A veces se pregunta como Natasha soportó el cambio pero luego recuerda que ella es la alfa más fuerte que hay,  tanto física como mentalmente.

Cada día que pasaba junto al rubio se ¿enamoraba más? Enamorar, esa era la palabra que más lo perseguía, sentir amor. Sonaba tan irreal para él, un asesino a sangre fría enamorado, no importaba cuanto se lo repitiera, seguí sonando a locura.

Si bien con Steve habían pasado tardes hablando, no le mencionaba mucho de su pasado, por no decir nada, una que otra cosa pero nada más, y no era suficientemente. Quería saber quién fue el idiota que lo dejó en ese estado, quién fue el que lo marcó y le hizo un cachorro,  quién fue él que condenó a aquél Ángel a morir de esa forma.

Solo él sabía cuantas veces se tentó a robar y leer el informe de registro del rubio, pero no lo hizo, si el omega no quería contar su pasado así lo dejaría, después de todo él no era nadie para excavar en el pasado de otro. Pero de algo estaba seguro, si algún día llegaba a enterarse de la identidad del otro alfa, iba a hacer que se lamentar.

La muerte de omegas por esto era bastante común, pero aún así no entendía, cada día junto a Steve le parecía único, su forma de ser era maravillosa, siempre sonriente, siempre expresando alegría, por eso cuando lo vio llorar se le rompió el corazón, que hace unas semanas no creía tener.

Por eso se había hecho una promesa, él mismo se encargaría de que el rubio que tenía en éste momento durmiendo entre sus brazos fuera feliz  por el tiempo que le quedara.

Se puso a observar el vientre, quería tocarlo, el rubio se lo había ofrecido un par de veces pero se negó. Decidido posó suavemente la mano sobre el vientre.

-Eres tan lindo- le dio un beso en la frente y se acurruco a su lado.

La acción hizo que al rubio se le formara una sonrisa.

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Espero que les esté gustando la historia y gracias por leer 😘


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