Para mejor

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El mayor de los Stark se encontraba leyendo el documento en sus manos asegurándose que sus abogados hubieran seguido sus indicaciones al pie de la letra. Estaba todo en orden, ahora solo faltaba que Anthony firmara todo.

Le hubiera gustado ver un cachorro corriendo por la mansión, tener un nieto, pero entendió que el omega ya había tomado una decisión, además, él ya había dado su palabra, no había vuelta atrás, al firmar todo se consumiría.

Se quedó en su escritorio esperando la llegada de cachorro.

.........

Horas atrás...

-¿Que domios quiere ahora? Ya me quitó mi herencia, me hecho la mansión, ¿le faltó quitarme algo más?

-¿Que te pidió exactamente?- Pepper miraba a su amigo que había quedado alterado tras recibir la llamada.

-Quiere que vaya a la mansión, "Tenemos un asunto que tratar"- Dijo haciendo comillas con sus dedos.

-¿Y que tiene de malo?, han pasado semanas desde que te fuiste.

-No me fui, él me hecho, es totalmente diferente- Alegó Tony desde el sillón.

- Quizás solo quiere saber como estás.

-¿En serio Pepper? Tu sabes mejor que nadie que nunca le importe. Desde que ella murió estoy solo, lo sabes perfectamente, no tengo a nadie.

Pepper le iba a responder pero prefirió callarse.

-Hey, ¿a dónde vas?- Pepper no le respondió y simplemente se fue dando un portazo.

Tony repasó mentalmente sus últimas palabras - Mierda, soy un estupido- Había desaparecido a la persona que más ayuda le había dado.

La hubiera seguido, pero la conocía lo suficiente para saber que era mejor dejarla sola ahora.

Las horas pasaron con Tony reflexionando tirado sobre el sillón.

Jamás se hubiera esperado su propia decisión, pero ahora se dirigía al lugar de dónde lo habían echado hace un par de semanas. Pues se había dicho: "si ya toque fondo, no puedo caer más"

..........

Estaba esperando que fuera su hora libre para ir a ver a su rubio, estaba preocupado, había notado que Steve estaba comiendo muy poco estos últimos días que paso junto a él.

A penas llegó su reemplazo fue a la habitación, ahí se encontró al omega en la cama hecho un bulto bajo las mantas.

-Steve.

-Mmmm.

-Oye- Lo movió suavemente- Steveeeee.

El omega salió debajo de las mantas- Buenos días- Dijo bostezando.

-¿Días? Ya es de tarde, dime que ya comiste algo.

El omega lo miró con esos ojos culpables de su apodo y luego negó lentamente.

James suspiró frustrado- ¿Por qué?, ¿Te duele algo?, ¿Te sientes mal?- Le puso una mano en la frente- Tienes un poco fiebre.

-Estoy bien, solo déjame descansar- El rubio volvió a esconderse debajo de las mantas.

-Voy a ir por comida para ti, y cuando vuelva espero que estes levantado ¿ok? Ok.

Steve escuchó como el alfa se iba, pero no sr movió.

Había una razón para que el rubio estuviera así y esa era la incertidumbre del momento, estaba nervioso, preocupado y con miedo, y todo eso por la visita de Stark. Si, le había dicho a James que confiaba en su palabra, pero solo lo dijo para mentirse a si mismo, en su interior sentía miedo, miedo de que se lo llevaran, miedo de que su cachorro cayera en las manos equivocadas, y todo eso lo tenía así, sin ganas de comer ni ganas levantarse. No le quería decir al castaño, no quería que se preocupara demás por él.

Segundas oportunidadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora