cap 33

9 2 0
                                    

Me llaman Louisa Fontaine y eso lo sabes,  pero eso no soy louisa y eso no importa quien sea en realidad ,  lo que importa es lo que se que pasará y he estado luchando por no decírtelo.

por qué? - susurro.

- No te lo digo porque son cosas que deben pasar ,  son cosas que pasaron y que están escritas en libros de historia.
E intento tener el corazón helado para aceptar el hecho de que un gran número de personas que vi durante este tiempo morirán , incluso tú.
Y no me dejo cegar por esta utópica vida contigo , y los niños , no me dejo cegar , porque se lo que hacen , en los campos de concentración,  o en esos lugares donde procrearon cientos de bebés arios.

- Que es lo que sabes , ! - me sostuvo del cuello nervioso - QUE ES LO QUE SABES - repitió , y me amenazó con una navaja.

-  Vengo de Latinoamérica papu , si no mostras un revólver,  no me vas a sacar nada - le respondí.
Y me entendió el hdp.
Saco un revólver de la faja tipo cowboys , que tenía,  y disparo al techo.

y pensé- después de todo es un nazi -

Me obligó a decir lo que supiera , y me dejaría volver a francia sin los niños.
Yo sola.

Y lo considere pero no me partí en vano para dejar que mueran cuando ellos vengan a reventar  todo - le respondí.

Se tranquilizó,  yo esperé que se fuera de la casa para huir de alguna manera a Francia con los tres niños.

- Volvere a francia solo yo - dijo antes de bajar.
Supuse que ya sabía que los aliados desembarcaron en Normandía, y él iría a paris  volar cabezas de sospechosos , no tenía ni la menor idea.

Cerré los ojos de manera dramática.
Bueno el ciclo de la vida.

Escuche bocinas desde la calle y mire desde la ventana de la habitación que brindaba a la calle , y me saludó antes de marcharse. Alli Me convencí que él no volvería y ordené a una de las  niñera que vengan conmigo y preparen lo indispensable para los bebés.

A la Par de Marcus volveríamos a Francia.
Y como volverían sin saber manejar un vehículo,  sin trenes, no había medios de transporte que se adaptacen a mi condición de futura prófuga.

Y no pensé más en otra cosa que ir a caballo o en carreta y eso no hicimos.
Fanteaseba con amenazar a punta de pistola a mi suegra , para que ayude a volver , con algún amigo o conocidos. 

Los desenlaces de eso serían que acceda o que me fusile , la señora tenía cierto poder , su finado marido era nose descendiente de los Hannover??? (una casa de ricos y sangre azul con apellidos larguísimo y nombre horribles como brunilde) y su hermano un general , que hasta donde yo sabía tenía respeto pero moriría en los meses siguientes .

Le fui con la historia de que mi madre murió y la cosa se puso peluda porque dijo no creerme.

- Créame o no , necesito volver a la ciudad de la luz , a llorar a mi madre.

- Puede llorarla aquí en Berlín- Me respondió la vieja.

- No ya llore mucho aquí en berlin , y no doy una lágrima a berlin.

deduzco que su hijo le prohibió que yo vaya tras él.
Le juro con los niños que pari , que tras estas palabras no me volverá a ver en lo que le quede de vida.

silencio

liberaran paris , en agosto , si se queda más tiempo marcus será masacrado por los franceses ,  según me dicen ellos dejaron a su reina sin cabeza , y que tanto es un alemán desarmado ?

La guerra terminará y el frío de una lejana Siberia se extenderá por Berlin.

Y ahora le juro por dios , de que mis hijos que llevan su apellido y yo no estaremos aquí cuando pase.

La mujer no dijo nada , solo  marco el teléfono toda abrumada.

- Solo te dejo marchar , porque, lo hago por lo bellos niños que le has dado a mi hijo , quiero que vivan y no me importa como ni donde , pero dentro de todas las blasfemias que dijiste si algo de eso es real lárgate que Vendrán por ti , volverás a francia y jamás regresarás -

Me despedí con - eso haré - y con  los niños y una de las niñeras abandonamos berlin en un camión mis débiles recuerdos de los detalles me indican que esos camiones llevaban municiones.

Y me repito , que no debí de confiar en esa vieja.

Mi tiempo en parísDonde viven las historias. Descúbrelo ahora