"Enemigos de día, amantes de noche"

"Aliados"

Narra Elizabeth.

Después de despedirme de Meliodas me encamino al palacio y entro tratando de no cruzarme con nadie pero esto falla. Me encuentro con Mael de frente justo cuando estoy a punto de llegar a mi cuarto.

Mael: ¿Princesa Elizabeth de dónde  viene? Se supone que hoy no tendría que hacer nada ¿no?

Eli: Bueno, si. ¡Quiero decir no! Salí a dar un paseo para despejar — le digo con una sonrisa. No me esta creyendo nada.

Mael: Ajá, y yo tengo 5 años. Me vas a decir ahora mismo que te traes entre manos señorita. Y ahora no estoy hablando con uno de los arcángeles y tu protector, sino como tu amigo, tu mejor amigo desde siempre.

Suspiro derrotada ya que sé que no me dejarán tranquila hasta que le diga la verdad. No estaría mal tener a Mael de nuestro lado, es muy inteligente y poderoso eso sería una ventaja por supuesto pero hay dos problemas. Uno, no se si acepte unirse  conmigo y los demás a pesar de que él también quiere que halla paz y el problema número dos.... Meliodas.

Eli: Bien — voy a arriesgarme — pero no puede ser aquí.

Mael: ¿okey? –dice algo dudoso — entonces vamos al jardín, solo tu sabes como abrirlo nadie nos encontrará allí.

Yo asiento y nos ponemos en marcha. El jardín al que se refiere Mael es el jardín de mi abuela Belisa. Ella era amante de las flores, principalmente de los príncipes negros (rosas que cuando se marchitan sus hojas se vuelven negras) y yo también . Aquí solo hemos entrado mi abuela obviamente, mi madre (antes de ser enviada a otra dimensión), Mael y yo.

A pesar de que Mael me ha preguntado porque "mi madre" osea la DS no sabe como entrar nunca le he respondido, solo evado el tema.

Llegar al jardín es en cierto modo un acertijo. La entrada a esto solo se sabe por la letra de la canción que mi madre me cantaba de niña, mi abuela se la había enseñado también para que ella descubriera la manera de entrar al jardín, pero nunca lo supo, hasta que me la enseñó a mi y entre las dos descubrimos el acertijo detrás de la canción. La respuesta era la fuente; la entrada al jardín, era la fuente que había en el centro del patio del castillo y la llave para abrirlo es nuestra sangre. Oses solo alguien de sangre real de verdad podría abrirlo.

Si, lo se. En mi familia hay muchos jardines secretos.(la verdad, la verdad, pues si niña. ¿Qué tienen ustedes con las flores?)

Llegamos a la fuente, yo abro la entrada y seguimos hasta el jardín donde decidimos sentarnos en un pequeño claro rodeado de orquídeas y rosas rojas. Simplemente hermoso.

Mael: Buen, ahora si dime que pasa.

Eli: Okey...no se que decirte.

Mael: Elizabeth — me riñe.

Eli: Bien, bien. Es que es difícil. Primero...tengo novio — digo y espero su reacción, solo tiene la cara seria.

Mael: ¿y cuándo...— de pronto su rostro cambia — pensabas decirme que tengo cuñado? — tiene una sonrisa en su rostros — ¡esto es genial! ¡Ahora podremos hacer citas dobles! Tu me ayudarás para conseguirle regalos a Melissa y yo te a ayudare a conseguir los de...de... ¿Cómo se llama, mi cuñado?

Resulta que esta más emocionado que yo. ¡Oh, Abuela! Ayúdame por favor.

Eli: Se llama — me mira atento, curioso y alegre — Meliodas —digo en un susurro demasiado bajo.

Mael: ¿Cómo? No te escuché.

Eli: Meliodas.

Mael: Ah, Okey. Bueno creo que estoy haciendo muchos planes aún tengo que tener un charla seria con él, no puedo permitir que lastime a mi mejor...espera — ¡aquí vamos! — Meliodas, acabas de decir ¿Meliodas?