Un fuerte ruido me sobresaltó, tenía el sueño bastante liviano y si una gota cayendo en mi regadera me despertaba, semejante escandalo me dejo alterada; Sebastián estaba profundamente dormido y tenía su brazo sobre mi cintura, trate de acomodarme restregando mi rostro.
La puerta del departamento nuevamente empezó a ser azotada con fuerza y el timbre retumbo por todo el lugar, confundida tome mi teléfono para llamar a Ignacio y que me dijera quién demonios estaba interrumpiendo con mi sueño; de reojo observe a Sebastián que seguía profundo sin moverse, no entendía como es que podía dormir con tanto bullicio.
-Jefa- escuche al otro lado de la línea- esperaba su llamada- dijo el escolta- quien entro al edificio fue su hermana Gemma Lombardi- me tense, mi hermana era la que estaba golpeando como una psicótica la puerta de mi departamento, le agradecí a mi jefe de seguridad y colgué rápidamente, tenía que despertar a Sebastián, no podíamos ignorar a Gemma.
-Niño despierta- dije sacudiendo su hombro, él solo soltó un gruñido y se puso la almohada en su cabeza- Sebastián despierta- maldije insistiéndole y bufo apartando su almohada.
-Sara ¿Qué demonios te pasa? – pregunto enojado, traté de reírme, con el bullicio de la puerta siendo agitada no pude disfrutar la cara de mal humor- ¿y que es todo ese escándalo? - dijo él frunciendo el ceño, reviso el reloj de su mesa- por Dios dormimos muchísimo- eran las 4 de la tarde.
-Al parecer Gemma está acá- dije preocupada y él me miró desconcertado- ¿Qué hacemos? - pregunte, me preocupaba la reacción de mi hermana si encontraba a Sebastián en mi departamento- debemos abrirle ¿no? - él asintió.
-No estoy de humor para soportar a Gemma hoy- se quejo - y menos cuando planeaba quedarme en cama todo el día contigo- dijo recostándose y tapando su rostro- ¿y si la ignoramos? se aburrirá de golpear y se ira- solté una carcajada; realmente parecía que Sebastián no conocía a Gemma, cuando ella se lo proponía podía ser un jodido grano en el culo.
- ¿Y tú crees que realmente ella se aburrirá? - le dije con burla, él soltó nuevamente un quejido- debemos abrirle, si te ve en esas fachas pensara cosas que no son.
-No es como si estuviera equivocada- dijo él levantándose y sonriendo con picardía, se me acercó gateando por la cama-no me despiertas de manera dulce como en los libros que tanto lees, por lo menos dame un beso de buenos días- rodé los ojos por su comentario y me acerque a darle un beso, no importaba nuestros alientos mañaneros o el aspecto tan bochornoso que teníamos, se sentía correcto besarlo de esta manera, sin importar que mi hermana que era su ex estaba a punto de tumbar la puerta de mi departamento.
-Amor debemos abrirle- dije separándome de sus labios, él cambió su postura y se sentó atrayéndome con sus brazos para que me sentara sobre él; me encantaban estos pequeños momentos que teníamos- cariño debemos pensar que vamos a decirle- pedí alejándome de sus labios.
-Repite de nuevo eso- me pidió y lo mire confundida- dime amor de nuevo, suena bonito cuando sale de un par de labios que me llaman niño e idiota- dijo él provocando que riera con fuerza. Las habitaciones del departamento eran insonorizadas era imposible que Gemma nos escuchara.
ESTÁS LEYENDO
Enamorada De Lo Prohibido ( #1 Saga Amor prohibido)
RomanceÉl y ella no podían estar juntos, pero el destino se empeñaba en unirlos. Ella nunca debió querer conocerlo mejor, y él jamás debió desear ver lo que había bajo esa blusa. Sara Lombardi, una joven italiana de 21 años, universitaria, a punto de gra...