Capítulo XIX

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Era sábado en la noche, Sebastián llegaba de su viaje y agotado por su extenuante trabajo hablo un poco con su novia quien también estaba agotada de todo el trabajo que recibió, después de hacerse público su último triunfo en donde una de las rede...

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Era sábado en la noche, Sebastián llegaba de su viaje y agotado por su extenuante trabajo hablo un poco con su novia quien también estaba agotada de todo el trabajo que recibió, después de hacerse público su último triunfo en donde una de las redes criminales más investigadas de Italia estaba cayendo, los casos llovieron para ella, pocos pudo tomar y algunos se decepcionaban de las soluciones que esta mujer les planteaba, ella no era milagrosa, era honesta con su trabajo.

Varias veces intentaron atacarla y las amenazas no tardaron en llegar, ella no fue tonta e inmediatamente acudió a las autoridades, cada una de esas amenazas era más material para inculpar a Víctor Boulevard, ella confiaba en sus escoltas y en su jefe de seguridad, no se asustaría por amenazas tontas. Sebastián por su lado si vivía aterrado, ni su padre, ni él, ni sus amigos fueron amenazados, era Sara la que estaba en la mira de estas personas y eso lo tenía con los pelos de punta.

Esa noche cada uno se durmió en su hogar, con la promesa que se tomarían un tiempo para descansar esta semana que venía, Sara ingreso a su habitación agotada y desolada, el departamento ya no se sentía como su hogar, se sentía vacío, triste y pocas de sus cosas estaban ahí.

Sebastián por su parte sentía su cama terriblemente fría y vacía, extrañaba con locura a su novia y hoy por algún motivo que desconocía tenía la absurda necesidad de tenerla cerca, se dio un baño, puso su ropa de hacer deporte y se sentó en su cama a disfrutar de varias películas; Clara preparo algo de comida para él y estaba perdiendo un poco su tiempo como cuando era un muchachito.

Las horas pasaron y él no podía conciliar el sueño, cuando su cuerpo lo estaba exigiendo se recostó un poco sobre el espaldar de su cama, lastimosamente y para su mala suerte la puerta de su habitación fue abierta de par en par y por el rostro de su jefe de seguridad supo que nada bueno estaba pasando.

-Señor Ricci- dijo él agitado- es la señorita Sara- dijo él alertando a Sebastián que se levantó de la cama con todos sus sentidos alerta- su departamento se está incendiando y ella está dentro del lugar-  Sebastián perdió el color en su rostro, corrió por toda la habitación buscando un abrigo y unas zapatillas, no le importaba nada más que buscar a su mujer- cálmese señor- pidió Fabio.

- ¿Cómo quieres que me calme? - grito en su dirección tomando sus cosas- me estás diciendo que mi mujer está atrapada en un incendio Fabio- dijo escandalizado, saliendo del lugar y tomando las llaves de uno de sus autos deportivos, conduciendo hasta el departamento de su novia, no le importaba si sus escoltas no lo seguían, él debía llegar pronto.

Por su parte Sara estaba desesperada, se  quedo dormida en un lugar completamente seguro y ahora estaba rodeada de fuego, ella salió de su habitación desesperada se estaba ahogando, tomo su bata de lana y abrió la regadera para empaparla de agua, cubriendo su cuerpo con la prenda mojada, sería una manera de protegerse del fuego.

Ella era consciente que nada del departamento sobreviviría, tomó la cartera en donde tenía todo su trabajo y la laptop que precisamente hoy decidió traer a su hogar, escuchaba varias sirenas y gritos fuera del edificio; eso quería decir que los bomberos ya estaban fuera  esperándola.

Enamorada De Lo Prohibido ( #1 Saga Amor prohibido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora