Capítulo VII

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El sonido de mi teléfono retumbaba por toda la habitación interrumpiendo mi placido sueño; las últimas dos semanas me la pasaba mas en la casa de mi mejor amiga que en la mía, desde nuestra primera vez juntos me era imposible mantener mis manos al...

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El sonido de mi teléfono retumbaba por toda la habitación interrumpiendo mi placido sueño; las últimas dos semanas me la pasaba mas en la casa de mi mejor amiga que en la mía, desde nuestra primera vez juntos me era imposible mantener mis manos alejadas de su cuerpo.

Además, si consumía todo su tiempo, tenía menos posibilidades de encontrarse con personas que en definitiva no quería cerca de ella; nos separábamos cuando tenía algún compromiso con mi padre, para ir a mis clases de la universidad o cuando ella tenía un compromiso laboral; esto en consecuencia provoco que dejara de tener encuentros con todas mis compañeras de vida como solía llamarlas y me concentre en ella. Gracias a mi papá y la gran cantidad de contactos que él tenia, mi mejor amiga pudo ganarse varios casos para llevar y así mismo incrementar su experiencia laboral, permitiéndole abrir su propia oficina.

Pasé mi brazo por el lado de la cama en el que ella solía dormir, al no sentirla levante mi mirada confundido, odiaba que se levantara y me dejara durmiendo solo; en especial los fines de semana que era el único momento en el que podíamos descansar realmente. No quería pensar que éramos una pareja, se sentía tan bien compartir estos momentos con ella que poco me importaba los frívolos pensamientos que me recordaban que estaba involucrándome de más; abrí completamente mis ojos, tomando mi teléfono, tenía algunas llamadas perdidas de mi padre, mensajes de Gemma, de mis compañeras de universidad y de mi madre pidiéndome que regresara a casa.

Ignore todos los mensajes y llame a mi padre, él era la única persona a la que no podía dejar esperando, gracias a su esfuerzo hoy gozaba de una vida llena de lujos y de un futuro prometedor lleno de comodidades, si el no me hubiera dado la vida cómoda que tuve probablemente no seria el independiente empresario del que ahora me jactaba; al tercer tono atendió la llamada.

-Sebastián hijo- dijo emocionado- estaba preocupado por ti - me dijo este y sonreí agradecido por la familia que tenía, a pesar de todo el dinero que mi padre tenía, siempre fue un hombre atento y amoroso conmigo- hace días no te quedas en casa y la verdad me preocupa,  llame a tu universidad y me dicen que tus últimos exámenes fueron los mejores.

-Tengo a la mejor tutora- dije recordándole las clases particulares que me daba Sara, por mucho que odiara la carrera tenia que aceptar que no era malo; nadie sabía que ella y yo manteníamos un lazo más allá que el de una amistad, para el mundo ella y yo solo éramos mejores amigos, colegas y compañeros de trabajo.

-Oh si esa muchacha es un sol al querer ayudarte- dijo mi padre- de hecho, para eso mismo te llamaba, quería saber si podías comunicarte con ella y decirle que si puede pasarse hoy por casa y reunirse conmigo-  fruncí el ceño confundido, mi padre tenía su propio abogado, uno que no me daba para nada de buena espina, aunque, aceptaba las decisiones que tomaba.

- ¿A Sara? - le pregunte confundido- ¿para que quieres que vaya a casa? – él soltó una risita, Hugo Ricci conocía lo protector que era con mi mejor amiga, sin tener conocimiento de nuestra aparente cercanía.

Enamorada De Lo Prohibido ( #1 Saga Amor prohibido)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora