Despertando

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Nunca había estado tan cerca de alguien como en este momento. Podía ver que él también estaba sonrojándose; no sé si fue por pena, o lo que sea que haya sido....
No. No puedo hacerlo.
No puedo ser tan idiota de pensar que él siente algo por mí; eso es imposible, ni siquiera me conoce. Sólo soy una tonta desconocida a la que salvó en repetidas ocasiones y que ni siquiera sabe por qué demonios está aquí, en este lugar y en un tiempo que no es el suyo. 
 En mi época había sido de la misma manera: la parte romántica y soñadora que habitaba dentro de mí siempre se fijaba en lo inalcanzable, en lo que no podía tener; esto aplica también para la parte profesional, desear una especialidad que siempre había tenido en mente y que sin embargo no pude llevar a cabo debido a presiones y bullying por parte de los que se suponía debían enseñarme y apoyarme para alcanzar mi objetivo.

No. No podía ceder ante los impulsos de mi corazón y con ello arriesgarme a que se aleje de mí. Aunque no me corresponda, podría conformarme con su compañía, su cercanía como un protector o un amigo.

Finalmente, después de la batalla de emociones dentro de mi cabeza, escuché a la parte racional de mi conciencia, e ignoré a mi subconsciente. 

_Discúlpame por favor Ásmita, soy una tonta, perdí el equilibrio. ¿Te encuentras bien?_, exclamé y suavemente comencé a alejarme de él y volver a mi lugar sobre la alfombra, mientras él suavizaba la presión de sus manos en mi cintura para finalmente soltarla. 

_Estoy bien Natalie; no te preocupes, no hay nada que disculpar_, me dijo con una tierna sonrisa en sus labios que me hacía derretir internamente. _El Patriarca quiere que comience a trabajar contigo para ayudar a que sanes tu alma Natalie, así que mañana mismo cuando termines de atender a tus pacientes podemos comenzar, si estás de acuerdo; estoy aquí para ayudarte_. 

 Automáticamente mis ojos se llenaron de lágrimas, las cuales pude contener a duras penas al oír su ofrecimiento. 

_¡Por supuesto, aquí estaré! Y de paso volveré a curar y a revisar tu herida. ¡Muchas gracias Ásmita!_ , le dije con alegría al mismo tiempo que  tomaba sus manos en señal de gratitud; luego de lo cual tomé mis cosas y salí del templo. 

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A la mañana siguiente, me desperté temprano como de costumbre y comencé con mi actividad cotidiana; quería comenzar temprano con el trabajo para así acabar temprano y poder pasar más tiempo con Ásmita. Pero por más que quería concentrarme de lleno en mis tareas durante la mañana, no lograba hacerlo del todo; tenía una mezcla de ansiedad y expectación sobre lo que me aguardaba con él. Mi mente divagaba y no podía evitar recordar lo que había pasado el día de ayer, o mejor dicho, lo que no ocurrió. Y así, entre paciente y paciente, infusiones varias, curaciones y controles de salud, transcurrió el resto de la mañana y del mediodía; una vez que hube terminado mi trabajo, le dije al Anciano Sanador que tenía que ir hasta el templo de Virgo para revisar y realizar las curaciones de las heridas de su guardián. Luego de esto, me dirigí lo más rápido que pude a mi habitación para darme un rápido baño y refrescarme después de lo ajetreado de la jornada; revolví los cajones donde guardaba mi ropa buscando el vestido adecuado para llevar. ¡Estaba tan nerviosa! Tampoco es que tuviera un guardarropas enorme de dónde elegir, pero tenía algunos vestidos bonitos que había comprado; un par de ellos por insistencia de Agasha. Finalmente, me decidí por un sencillo vestido blanco sin mangas con unas capas de volados con vivos rojos; sé que él no puede verme, pero de todos modos quería sentirme bonita, por lo menos por una vez. Cepillé mi cabello castaño y con algunos mechones, realicé una pequeña trenza que até con una cinta de seda rosa; el resto de mi cabello lo dejé suelto, en ondas que caían sobre mi espalda. Preparé la cesta que había llevado el día anterior y acomodé en su interior el material para curaciones y también una fuente pequeña con una ensalada de frutas que preparé rápidamente de manera improvisada; quería agradecerle a Ásmita de alguna manera con ese pequeño gesto, la ayuda que me estaba brindando; obviamente no puedo preparar nada elaborado porque no conozco la cocina del siglo XVIII... Espero que en los próximos días Agasha pueda ayudarme con eso. Con esa idea en la cabeza, partí rumbo al templo de Virgo.
Al llegar a la sexta casa zodiacal, saludé a su guardián en voz alta y le pedí permiso para ingresar; una vez dentro del Templo, me dirigí al mismo salón donde había realizado las curaciones el día anterior. Dispuse los materiales para revisar las heridas de Ásmita y curarlas; comprobé que estaban en buena evolución y le informé que si continuaban así, en 9 días le retiraría los puntos. Luego, Ásmita me explicó en qué iban a consistir los encuentros: primero tendría que explicar en voz alta las situaciones traumáticas por se que hacia atravesado, y dejar salir todo aquello que me había lastimado tanto, las experiencias dolorosas y la frustración, y después, a través de la meditación profunda y los mantas, poco a poco lograría superar ese pasado que me lastima y que provoca que tenga momentos de angustia y en los que sin querer, las lágrimas se escapen de mis ojos. Él se acomodó en el lecho de meditación en posición de loto; yo hice lo mismo a su lado,  y comencé a relatarle mis vivencias de angustia y frustración, la tristeza que traía en mi alma desde mi tiempo: el haber sido objeto de bullying durante mi infancia y en parte de mi vida adulta; maltrato llevado a cabo en los últimos años por personas supuestamente profesionales, que con sus continuas humillaciones y desmerecimiento me empujaron a tener que tomar la decisión de abandonar el sueño anhelado de mi carrera profesional: ser cirujana. Desde entonces no me he podido recuperar; había días en los que no tenía ganas de levantarme de la cama...

_Sin duda, lo que viviste no fue algo grato, pero si las cosas se dieron de esa manera es porque todo pasa por una razón... Debes aprender de esas experiencias duras y seguir adelante; no puedes permitir que se conviertan en un pasado que te persiga y te destruya Natalie... Tómalo como situaciones que te ayudarán a fortalecerte en el futuro. Quizás no lo comprendas en un principio, pero más adelante sabrás por qué las cosas tenían que ser así. A veces para alcanzar la luz, se tiene que pasar por una intensa oscuridad.... Cada mañana nacemos de nuevo. Lo que hacemos hoy es lo que más importa, y tú estás aportando tus conocimientos y tu esfuerzo para ayudar a las personas de este Santuario y de los pueblos de los alrededores, y eso sin duda, es algo bueno y maravilloso Natalie_.

Al oír sus palabras, me daban ganas de llorar... Creo que al fin encontré a una persona que comprende lo que viví y tiene las palabras exactas que mi alma necesita.

_Gracias por escucharme y por tus palabras Ásmita, ¡voy a poner todo de mí para llevarlas a la práctica!_, le dije;  luego continuamos durante un rato la meditación con los mantras hasta que sugerí hacer una pequeña pausa para un bocadillo.

_Como sabes, no tengo idea de cómo es la cocina de esta época y de este país, pero lo que sí puedo preparar es algo sencillo como esta ensalada hecha con frutas frescas, y que te traje para que pruebes_, comenté divertida.

_¡Bien, vamos a probar lo que han preparado tus manos!_, contestó Ásmita entre risas.

Le ofrecí un pequeño recipiente y una cuchara para que degustara el postre. Debo decir que estaba nerviosa por la opinión que él tuviera de este pequeño presente.

_Huele muy bien! Está deliciosa Natalie, muchas gracias_, me dijo él mientras saboreaba la ensalada.

En ese momento, pude notar que una pequeña cantidad de jugo de frutas estaba manchando una de las comisuras de su boca. Tomé una de las servilletas que había llevado en la cesta y,  pidiéndole permiso,   comencé a limpiar los restos del jugo de frutas. Sus masculinos labios carnosos y rosados de vuelta estaban ahí, tan cerca de mí, llamándome, invitándome a probarlos.    De pronto sentí que él posaba una de sus manos sobre la mía, que estaba quitando los restos del jugo frutal en la comisura de su boca. Nuestras respiraciones y el tiempo se detuvieron por un instante. Nada más existía en ese momento en el que contemplé sus labios una vez más, y él parecía estar viéndome, así como también a mi alma.

CONTINUARÁ...

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Dónde estás tú...? (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora