Antes de rebosar.

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Lei una frase que decía, "La culpa no es de la gota que derrama el vaso, sino de quien vio como el vaso se llenaba y no hizo nada para evitarlo".
Esto me hizo reflexionar, pues en muchas ocasiones nosotros mismos somos quienes vamos llenando el vaso. Es decir, nosotros somos ese vaso, y nuestras acciones o actitudes son cada gota que van haciendo que el vaso se vaya llenando, pero que simplemente ignoramos porque creemos que con nuestras fuerzas podremos controlar. Pero no, luego viene una gota más, y todo lo que ya se había acumulado en nuestras vidas deja de ser algo que ignorábamos para ser problemas que vienen con la intensión de destruirnos.

Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Mateo 11:28

Es necesario, que saquemos de nuestras vidas, cada mínima cosa que de alguna u otra manera no hacen mas que estorbar en el propósito que Dios tiene para nosotros. Debemos entender que no es con nuestras fuerzas sino con las de Dios, que debemos depender de él y que nuestra vida solo debe ser llena por su presencia y no por cosas que simplemente queremos evitar.

Dios tiene un propósito con nosotros, y cada cosa que no le entreguemos a él, no sera mas que una carga y hará que la llegada a nuestro destino sea mas lenta.

Es necesario, ir a la presencia del Señor y entregarle cada parte de nuestro ser, para que el aligere nuestras cargas y haga de nosotros personas victoriosas.

Si vas a dejar que tu copa rebose, deja que sea por su presencia.
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Salmos 23:5

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