Mi Diario de Amor❤

Paciencia que me hace confiar.

Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.
Salmos 40:1-3.

La Paciencia, se define como, la capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse.
Es decir, que el salmista al igual que nosotros vivía situaciones difíciles que muchas veces lo agobiaban, pero aun así él se mantenía expectante a lo que Dios había prometido.

Hay algo muy importante que debemos saber, y es que las promesas de Dios se van a cumplir, pero no a nuestro tiempo sino al de Dios, y que nosotros no podemos hacer el intento de apresurar su tiempo, porque no haríamos mas que perder el tiempo y agotar nuestras fuerzas.
Esperar en Dios, nos da la garantía de que sin importar las circunstancias, la promesa que Dios nos a dado esta en su proceso de germinación y que muy pronto dará su fruto.

Hay algunos aspectos que llaman mucho mi atención en estos pasajes bíblicos...

Nuestra paciencia debe estar puesta en Dios.
Ciertamente, hay cosas de las cuales nosotros no tenemos control alguno, pero aun así debemos saber que podemos elegir nuestra actitud al momento de la espera, pues una cosa es esperar en lo que Dios nos a prometido, con paz sabiendo que él hará en nosotros, pero otra muy diferente, esperar en él, pero con mucha ansiedad de que las cosas sucedan.

Dios esta atento para oír y escuchar nuestro clamor.
Es maravilloso saber que Dios esta al pendiente de nosotros, y que esta presto a nuestras peticiones, que solo basta clamar a Él de todo corazón, para que él se incline a nosotros y escuche nuestra oración.

En el tiempo de Dios experimentaremos su bendición e intervención en nuestras vidas.
La intervención de Dios en nosotros causa dos efectos maravillosos, el primero es una continúa alabanza y la segunda es un testimonio para que quienes nos rodean puedan comprobar que Dios es fiel y que no tarda en responder.

Cuando, nuestra paciencia esta puesta en el Señor, entonces tendremos la dicha de que su protección estará a la orden de nuestro clamor, que sin importar en las situaciones que nos encontremos, él estará atento, y nos levantará, y que enderezará nuestros pasos para que caminemos en rectitud.