Sabes...
Un día soñé que era una de esas típicas princesas Disney; con su espléndida y sumisa actitud, su belleza insuperable, su típico canto y falta de atención.
Mi príncipe, eso era lo que me faltaba en ése entonces. Alguien caballeroso, alguien de una hermosa sonrisa, atuendo azul y de un imponente corcel blanco; alguien que me liberará de mi prisión de sucias paredes y piso de piedra, en donde cualquiera podía ir y venir, todos, menos nosotros.
Sigo pensando en esos muñecos de obsequio que nos habían donado esa navidad.
En el primero que había recibido de hecho. Una muñeca. No cualquier muñeca, claro ésta. Esta tenía algo especial, era una princesa, una de perfecta piel blanca, cabello castaño y hermoso vestido amarillo.
Recuerdo haberle pedido a la señora Martiz, poner una película en en viejo DVD, era la misma en donde aparecía la muñeca.
Desde entonces soñaba con un príncipe que me rescatará del horfanato, que me salvará y me diera todo el amor que me pudiera dar, quiero a sentirme querida, quería sentirme amada, añorada, sentida.
Pensaba que entre más añorara, se haría realidad.
Que estúpida.
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La Casa De Papel [Seul]
Fiksi PenggemarQuien diría que la mente maestra del profesor pondría de cabecera de uno de los planes más maravillosos y arriesgados de toda la historia España a una simple niña. Después de que todo comenzara a irse a la mierda, dentro de la Fabrica De Moneda y T...