Escocia Recuerdo de un Amor (Corrección Publicada exclusivamente en BG)

Capítulo 44

Las últimas presentaciones de Terry fueron un total éxito, fanáticas del guapo y talentoso actor se sentían sumamente tristes al enterarse de su retiro como actor. Robert, aunque quisiera pedirle que se quedara lo comprendía y ya habían llegado a un acuerdo y tenia que respetarlo. Por otra parte, Terry se la pasaba al pendiente de su esposa y por nada del mundo se despegaba de ella, mientras Candy tejía, el sentado en un sillón leía alguna de las obras de Shakespeare, o incluso ayudaba a cocinar, esto ultimo lo hacia gustoso ya que lo que más quería era consentir a su familia para cuando finalmente vivieran solos. Albert finalmente tras varias salidas y su reciente relación con la bella Amber, decidió presentarla ante la familia, por tal motivo organizo una gran cena en donde también estuvieron invitados los padres de Terry y las prometidas de sus sobrinos. En aquella velada tan especial Amber al conocer a cada miembro de la familia de inmediato se sintió cómoda con Candy, con quien mantuvo una conversación amena y divertida, la tía Elroy al saber del origen de la novia de su sobrino se sintió más que gustosa, pues sin duda su sobrino había hecho una gran elección a lo igual que Candy. Por otra parte Amber al conocer finalmente a Terry no pudo evitar emocionarse pues se declaraba una gran admiradora del talentoso y apuesto actor, pero jamás imagino que llegaría a emparentar con el y menos conocer y ser testigo de su verdadera persona, pues lo que mas le llamaba la atención era el ver como aquel hombre tan huraño y arrogante era todo un esposo entregado y amoroso con su esposa, sin duda habían muy pocos hombres así, pero para su fortuna ella también había corrido con suerte al haberse topado con Albert ya que era sin duda alguna un caballero y un hombre maravilloso. La cena logro ser todo un éxito y tras esta Amber solía visitar con frecuencia a su ahora amiga Candy, a quien siempre aprovechaba para embromarla junto con Albert y advertirle en que muy pronto se convertiría en su madrastra, pero que sería una madrastra consentidora.

-Candy se encontraba recargada en el marco de la que sería la habitación de su bebé, la cual había sido decorada amorosamente por sus primos, se imaginaba en todos los bellos momentos que pasaría al lado de ese pequeño ser, el tenerlo entre sus brazos, escuchar sus risas y el verlo dar sus primeros pasos, al imaginarse todo aquello no pudo evitar llorar y con todo el amor del mundo acariciaba su vientre y le susurraba palabras de amor, no obstante ese pequeño ser se hacia presente soltando pequeñas pataditas. Estaba tan perdida en su mundo de ensoñación hasta que sintió como unas manos varoniles la rodeaban por la cintura.

-Aquí esta mi hermosa esposa, te estaba buscando- susurraba Terry en el oído de ella

- ¿Que sucede amor? - preguntaba con voz apenas audible- mientras se limpiaba las lágrimas, cosa que no paso desapercibido por el y quien se preocupó.

- ¿Te encuentras bien? ¿Te duele algo? - preguntaba alarmado

-Estoy... estoy bien, es solo que al imaginarme a nuestro bebé aquí con nosotros me hizo tan feliz

-Mi amor, muy pronto estará con nosotros y lo consentiremos mucho- la abrazaba y besaba

- ¿Has pensado en algunos nombres? - preguntaba curiosa

-Definitivamente no ¿y tu has pensado en algunos?

-Si es niño me gustaría que se llamara como tu

-Definitivamente no, no podemos castigarlo de esa forma- expresaba con gracia

- ¿Entonces que te parece si le ponemos Richard Graham?

-Bueno con eso de que mi padre quiere que sea niño, me parece una buena idea, entonces si llegara a ser niña ¿qué te parece si le ponemos Rosemary? Si mal no recuerdo me habías dicho que así se llamaba la hermana de Albert y me gustaría darle ese regalo como agradecimiento ya que por él nos conocimos